Han estado donde se les ha necesitado y seguirán con la misma idea, la de ayudar a los demás. Desde GBGE han prestado ayuda de diversas formas durante la crisis provocada por el covid-19.

¿Cómo han sido estos dos meses y medio para GBGE?

—Han sido dos meses y medio extraordinariamente intensos a todos los niveles y uno de los periodos más críticos en GBGE desde su nacimiento. La primera iniciativa que llevamos a cabo fue el acompañamiento a aquellas personas mayores que no podían moverse de su casa por diferentes motivos. A las 160 personas voluntarias de GBGE que teníamos de base, se sumaron 100 personas más desde otras tres organizaciones -Elkar Laguntza Sarea, Gazte Mugimendua y la Asociación de Vecinos de Aperribai-, con lo que el dispositivo se desplegó por todo Galdakao de manera eficaz. La respuesta del voluntariado ante la terrible inquietud que se produjo de golpe ha sido clave. Porque la pandemia también nos ha enseñado que juntos somos más fuertes y que, cuando nos tomamos en serio una crisis las posibilidades de éxito se multiplican.

Imagino que han tenido que modificar la manera de trabajar.

—Pues sí, como la paralización temporal de nuestro proyecto Nevera Solidaria aunque la de Galdakao no fue necesario cerrarla dada la atención que le dedicamos, por lo que pudo continuar con su actividad normal. Modificar nuestra manera de trabajar supuso también la realización, junto con Hazia, de unos protocolos de actuación especiales en cuanto a medidas de seguridad. Destacar también que en esos primeros momentos, el reparto de alimentos de GBGE daba cobertura a 300 personas cada mes y ahora mismo se atiende a unas 600, por lo que la paralización del reparto de comida resulta impensable.

¿Ya han recuperado la actividad?

—La hemos recuperado con creces. Nuestro trabajo se ha duplicado, no solamente por las actividades llevadas a cabo por la emergencia del coronavirus, sino por la cantidad de personas que se nos acercan en busca no ya de alimentos, sino de enseres tan necesarios como la ropa, los electrodomésticos o productos para bebés, sino también en busca de orientación y acompañamiento para gestiones administrativas, laborales y de diverso tipo.

¿Qué tipo de ayuda han prestado durante la crisis del covid-19?

—En la actividad de ayuda al colectivo de personas mayores han participado cuarenta personas de manera continuada, quince de ellas con formación sanitaria, que estuvieron en servicio 51 días y que llevaron a cabo 196 recados a personas mayores del municipio. Por otro lado, los sábados se ha estado cubriendo el aforo al mercado de Iturrondo. Otra actuación fue la de hacer llegar a todas las niñas y niños de los colegios Gandasegi y Urreta el material escolar que se habían dejado en las aulas. En cuanto al acompañamiento telefónico a personas mayores de 65 años que vivían solas, durante el periodo de aislamiento y en colaboración con los servicios sociales del Ayuntamiento de Galdakao, se realizaron 1.300 llamadas de diagnóstico en las cuales se buscaba, además del apoyo emocional frente a la soledad y los miedos en esta etapa, la detección de necesidades de otro tipo, como los servicios de recados.

Han desinfectado incluso vehículos.

—Sí, también hemos llevado a cabo un programa de desinfección de vehículos en el que participaron 23 personas voluntarias en dos turnos, en los que se llegaron a desinfectar 7.820 vehículos. Por otra parte, en el apartado de la promoción de hábitos de vida saludables, se ideó un circuito consistente en una caminata por la presa de Arantzille para las niñas y niños. Asimismo, a lo largo de tres días se han repartido 5.000 mascarillas quirúrgicas.

¿Prevén llevar a cabo alguna otra recogida de alimentos como la que han organizado recientemente?

—Pues sí. Además de nuestra habitual campaña mensual y a la luz del buen resultado de los esfuerzos invertidos en la campaña de recogida simultánea, tenemos en mente repetir la experiencia en cuanto nos sea posible, de ahí nuestra urgencia en encontrar un local más amplio que nos permita hacer más cosas.

¿Creen que todavía va a aumentar el número de familias a las que ayudar en estos momentos?

—Desgraciadamente, tenemos muy claro que tanto la crisis como sus dramáticas consecuencias para muchas personas han venido para quedarse. Cada semana se produce un aumento de entre tres y cuatro unidades familiares, según los datos que nos proporcionan los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Galdakao, derivadas hacia nuestros servicios de reparto de alimentos.

¿Qué tipo de necesidades están viendo durante estos duros meses?

—Necesidades de todo tipo: económicas, sanitarias, laborales, emocionales, psicológicas y hasta psiquiátricas en muchos casos.