Basauri - Un año más, en las fiestas de Basauri, las mujeres volvieron a celebrar una comida popular organizada desde el Consejo de Igualdad y con la colaboración de Herriko Taldeak. Pero la comida, en la que se reunieron cientos de mujeres bajo la carpa de Solobarria, no era sino la continuación de una jornada que comenzó antes. Y es que se volvió a rendir un homenaje a las vecinas de Basauri, aprovechando para ello dos de las figuras más representativas del municipio; por un lado las escarabilleras, todo un símbolo de la mujer basauritarra, aquellas que recogían la escarabilla de las calles, en tiempos de la industria siderúrgica. Y por el otro, la partera Manuela Egiguren, quien ayudara a nacer a muchos niños. Quien más quien menos en el municipio tiene algún tipo de relación en ese sentido con Egiguren, a quien ayer se recordó, como cada año, con mucho cariño y afecto. No en vano, una asociación de mujeres basauritarra lleva su nombre, cuya presidenta, Mariasun Bernaola, siempre recuerda la importancia que tuvo y que fue la razón “por la que decidimos ponerle su nombre a la asociación”.

Reivindicativa La de ayer era pues una jornada que, personificada en esas dos figuras femeninas de Basauri, sirvió para reivindicar el papel de todas las mujeres en este municipio. En este sentido, antes de partir hacia el busto de Manuela Egiguren, vecinas y vecinos, mujeres de la asociación que lleva su nombre, miembros del equipo de gobierno y Herriko Taldeak partieron desde la estatua en memoria de las escarabilleras que se encuentra al lado de la iglesia de San Pedro. En este pequeño homenaje se puso en valor el trabajo de estas mujeres que en algunos casos fueron quienes sustentaban a familias enteras. Las escarabilleras realizaban la dura labor, a principios del siglo XX, de ir recogiendo y vendiendo la escarabilla, un carbón menudo que se desprendía de los trenes y las fábricas siderúrgicas asentadas en la localidad.

Fueron estas mujeres las que se dedicaban a ello. Como siempre, se le colocó un pañuelo y un ramo de flores a la estatua. Después se hizo lo propio con el busto de Manuela Egiguren. Y acompañando en ambos recuerdos estuvieron txistularis de Danbolin y mucha gente que quiso disfrutar y acompañar en este acto tan emotivo.

Al mediodía, a las 14.30 horas la acción se trasladó a Solobarria, donde más de 400 mujeres disfrutaron de la comida popular en la que disfrutaron a lo grande.