El PNV de Sopela denunció este pasado jueves la “inaceptable actitud de complacencia del equipo de gobierno de EH Bildu” ante el próximo cierre de los accesos a la playa de Barinatxe, más conocida como La Salvaje. Un cierre que está impulsado por el Gobierno español dentro del proyecto de naturalización del arenal que conllevará la supresión del acceso de vehículos a la playa. Los jeltzales alertan de que el cierre provocará la pérdida de “más de 100” puestos de trabajo. “Estamos hablando de la desaparición de las escuelas de surf, los udalekus y los cursos de verano”, indican. Asimismo, la supresión de estos accesos podría acarrear una reducción drástica del número de visitantes, cifrada este pasado verano en 171.000 personas, según la Diputación Foral de Bizkaia.

Por su parte, el Ayuntamiento de Sopela informó ayer de su reunión este pasado jueves con responsables de la Demarcación de Costas del País Vasco a quienes trasladaron su “preocupación” y les reclamaron que se garanticen “accesos seguros, servicios de limpieza y socorrismo, y el desarrollo normal de las actividades de surf”. Cabe señalar que el proyecto de naturalización del arenal se encuentra actualmente “en fase de revisión previa a su aprobación técnica” y contempla la demolición del edificio de servicios y de la rampa de acceso, la naturalización de la ladera y la recuperación de las dunas para proteger el entorno de posibles desprendimientos. A este respecto, el Ayuntamiento de Sopela reclama que el plan contemple “la rampa actual o que se diseñe un acceso alternativo que garantice la accesibilidad, la seguridad, la limpieza y la actividad de las escuelas de surf”. Por último, señalan que no se puede “obstaculizar los servicios de emergencia de una playa que recibe miles de usuarios, dejar sin recoger los residuos generados por los visitantes y el propio mar, alterar los servicios que ofrece la playa y poner en riesgo los puestos de trabajo que se generan en ella”.