En un Ayuntamiento, todos los gastos tienen que estar presupuestados, estableciendo qué cuantía económica se destinará a qué. Pero a lo largo del año pueden surgir imprevistos, como una ladera que se desliza por unas lluvias torrenciales, y ante la cual el Consistorio se encuentra sin fondo para hacer frente. Para cubrir esos gastos, la Diputación reserva todos los años un montante para gastos imprevistos, que el año que viene rozará los nueve millones de euros y que recibieron en 2024 un total de 22 municipios, principalmente para arreglos derivados de lluvias torrenciales y episodios de viento.
La institución foral reserva todos los años el 0,75% del fondo de financiación municipal, Udalkutxa, para hacer frente a situaciones de difícil previsión presupuestaria. Se entiende por imprevistos aquellos pagos a los que los municipios tienen que hacer frente de forma inmediata pero que, debido a que eran difícilmente previsibles, no se habían contemplado y no disponen de una cuantía económica reservada en el presupuesto municipal. Entran dentro de este concepto, por ejemplo, los daños producidos por fenómenos naturales pero también las obligaciones impuestas por modificaciones normativas o de obras. Para el próximo año, este capítulo se elevará hasta los 8,9 millones de euros, medio millón más que los que se han presupuestados este ejercicio, y 800.000 euros más que en 2024. Las ayudas llegan hasta los 500.000 euros.
El año pasado un total de 22 municipios recibieron estas ayudas: Arrieta, Aulesti, Bakio, Balmaseda, Busturia, Dima, Elantxobe, Ereño, Fruiz, Gizaburuaga, Gordexola, Güeñes, Ibarrangelu, Karrantza Harana, Markina, Nabarniz, Munitibar, Ortuella, Sukarrieta, Ugao-Miraballes, Zaratamo y Zeberio. En la mayoría de los casos, se destinaron a reparar los desperfectos generados por los episodios de lluvia y viento de febrero, septiembre y octubre, como hundimientos y movimientos de tierra, o daños en aparcamientos y otras instalaciones, pero también reparaciones de tejados o plagas de termitas.
Las ayudas oscilaron entre los 6.969,6 euros que se concedieron a Busturia para controlar la citada plaga en el consultorio médico –también le llegó otros 39.000 para un hundimiento de tierra– y los 403.464 que recibió Karrantza para reparaciones de caminos, pistas e infraestructuras por las lluvias de agosto, septiembre y octubre. En total se repartieron 1,8 millones de euros, el resto se deriva a un fondo de garantía a disposición de los ayuntamientos ante situaciones extraordinarias, como daños importantes por fenómenos extremo o una acumulación sucesiva de liquidaciones negativas con importes importantes a devolver a Udalkutxa por parte de los ayuntamientos en Udalkutxa.