Visitar Urdaibai Bird Center es descubrir de primera mano los cambios de estación y el efecto que ello produce en la naturaleza. Muestra de ello es que los ánades silbones han llegado a la reserva de la biosfera desde norte, anunciando con sus maravillosos cantos el final del verano. El paisaje que rodea el Urdaibai Bird Center ha adquirido ya los colores del otoño, los juncos se han vuelto dorados y las hojas están cayendo de los árboles a lo largo de la orilla.

Tal y como explican desde este museo vivo de la naturaleza “los silbones llenan la laguna de música, color y vida” algo que se puede observar a través de la cámara y telescopios, con los que cuenta el centro, los cuales ofrecen una vista espectacular de estas aves.

A menudo están acompañados por otras especies como, por ejemplo, las cercetas, otros ánades invernantes, en este momento hay alrededor de 60 ánades silbones, 30 cercetas y unos 20 rabudos en el humedal. En esta época también se pueden ver las agachadizas, unas impresionantes aves tienen un plumaje precioso y unos picos sorprendentes. No siempre es fácil avistarlas, ya que están muy camufladas, pero con un poco de suerte se pueden ver entre las ramas explorando el barro y los charcos en busca de sabrosos invertebrados o acicalándose en una rama.

Tampoco faltan los cormoranes. Hay unos 35 y es fantástico observarlos cuando pescan en grupo, sus movimientos colectivos actuando como una red, reuniendo a los peces en una zona concentrada para facilitar su captura. Los visitantes escolares están encantados de verlos secarse las alas después de sus aventuras acuáticas.

Y, por supuesto, no debemos olvidar a los flamencos, que siguen disfrutando del descanso y el respiro en las marismas de Orueta y Ozollo.

Estos visitantes inesperados llevan ya dos meses en la zona, no se sabe cuánto tiempo se quedarán, pero los responsables de UBC creen que sus fuentes de alimento se han vuelto más escasas debido a la época del año. Ahora se alimentan tanto en la zona de agua dulce de la laguna como en la de agua salada. En resumen, Urdaibai Bird Center tiene el privilegio de acoger a estas hermosas criaturas y “cada día es una alegría observarlos. ¡Esperemos que prolonguen su estancia!” añaden desde el centro.