Como su nombre indica, el proyecto tiene algo de semillas, no en vano se desarrolla en torno a una huerta ecológica en Getxo, pero también de cambio, para que mujeres migrantes y también locales conozcan a otras que, como ellas, se encuentran solas, sin un grupo de amigas o familiares en el que apoyarse. Semillas de Cambio incluye también excursiones al monte y retiros de autocuidado, y espacios de encuentro también en Elorrio, pensando también en aquellas que viven en zonas rurales y que no tienen la oportunidad de compartir un café con una amiga en el bar de la esquina en cualquier momento.
La iniciativa, que puso en marcha el pasado mes de junio la asociación Mujeres con Voz, es uno de los 18 proyectos que se han activado dentro de la estrategia BizkaiSare de la Diputación para combatir la soledad no deseada en Bizkaia una realidad que, según ha advertido la diputada foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada, "afecta al conjunto de la sociedad". De ahí la respuesta "decidida, firme y coordinada" que se ha dado desde la institución foral.
Laespada se ha referido a las nuevas brechas sociales que se han abierto hoy en día. "El tejido familiar y social es mucho más débil y necesitamos ir cubriendo esos déficits porque son el mejor instrumento de contención ante la soledad no deseada, que tiene consecuencias sociales y sanitarias graves". Y es que, ha subrayado, "el bienestar de la sociedad depende fundamentalmente de esas redes de apoyo: la oportunidad de participar activamente en su entorno, que nadie se sienta aislado". Por ello, ha llegado el momento de que la estrategia BizkaiSare deje de ser una "teoría brillante" para convertirse en "un manual de acción".
¿Cómo? A través de pequeñas acciones, diversas y dirigidas también a colectivos diferentes, "que crean comunidad y acogen a las personas". Cuatro palabras definen sus líneas estratégicas: reconocer, conversar, enredar y hacer, cada una con sus actividades y acciones para generar esos espacios donde las personas que no tienen una red suficiente puedan convivir. "Estamos pensando en la Bizkaia que queremos para dentro de 15 o 20 años, intentando prevenir lo que deriva de unas estructuras sociales más débiles", ha explicado la responsable foral.
Por un lado, se han destinado 1,1 millones de euros para poner en marcha 18 proyectos de mano de 15 entidades, escogidos entre los 51 que se presentaron a la convocatoria de ayudas. Permitirán ayudar a sentirse menos solas a 10.300 personas; mayores (1.700), sí, pero también menores de 30 años (2.500) y de entre 31 y 60 (6.000).
Ocho de ellos se desarrollarán en Bilbao (Atxuri, Otxarkoaga, Bilbao La Vieja, Sarriko y Zabala), dos en Getxo, uno de forma conjunta entre Bilbao y Barakaldo, y uno en Derio, Durango, Mungia y Santurtzi, respectivamente. Los últimos tres tienen vocación de llegar a todo Bizkaia.
Pero también se está trabajando con ayuntamientos concretos, que son los que mejor conocen la realidad de sus municipios, el día a día de lo que ocurre en la calle. Los primeros son Leioa, Ermua y Zalla, a los que se sumarán otra localidad y una mancomunidad. En Leioa se ha realizado ya la primera aplicación de una herramienta de diagnóstico y detección temprana de aislamiento social. La diputada foral ha subrayado que la colaboración con los ayuntamientos es "fundamental y prioritaria" para abordar esta problemática.
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