Lo que comenzó en febrero de 2022 como la ilusión de un grupo de vecinos de Berriz amantes de la montaña, el ocio y el deporte al aire libre, se ha transformado en una entidad consolidada con más de 200 socios. En apenas cuatro años, Amaraune Berrizko Mendi Kirol Elkartea se ha convertido en una de las entidades referentes de Durangaldea y el conjunto de Bizkaia.

La semilla de Amaraune nació de un grupo de amigos apasionados por la montaña. “Había gente que se dedicaba a la escalada y pensamos en hacerlo más participativo, en abrirlo a todo lo relacionado con el monte”, recuerda Iñaki Huete, uno de los impulsores del proyecto. Convocaron una reunión para poner en común las ideas y, en poco tiempo, lo que era una intención se transformó en un club oficial. “Nos hemos convertido en un punto de unión y es lo que más nos enorgullece. En los pueblos pequeños se marca más esa polarización y Amaraune es el nexo de unión entre diferentes; todos somos iguales”, valoran orgullosos desde el club de montaña.

Tras los trámites para crear los estatutos y dar de alta a la asociación, se comenzó a diseñar el primer calendario de actividades. “En Berriz siempre ha existido afición a la montaña, y eso fue lo que nos animó a dar el paso. Queríamos un club abierto, en el que coincidieran personas de distintas edades y experiencias”, explican sus fundadores. Y así fue; desde sus inicios, Amaraune se ha caracterizado por ser un grupo intergeneracional, con socios de entre 14 y 70 años que comparten rutas, retos y amistad. “En la actualidad somos 209 socios; 114 hombres y 89 mujeres”, puntualizan en busca de la paridad. 

Amplia variedad de salidas Amaraune

Cuatro años después de su puesta en marcha, el crecimiento ha sido espectacular. El número de socios se ha duplicado, y el club ha mejorado su capacidad para organizar actividades, gestionar recursos y generar nuevas propuestas. “Estamos creciendo de manera impresionante y estamos muy contentos por ello. Ya no es solo salir al monte, sino ofrecer una programación amplia y variada. Cada vez tenemos más gente, más medios, y eso nos permite dar pasos más grandes”, afirma Huete, que ha pasado de ser tesorero a convertirse en el presidente del club.

La sede de Amaraune se encuentra en el antiguo ambulatorio de Berriz, un espacio que el club ha acondicionado como punto de encuentro. Allí han reunido y adquirido un fondo de material de montaña —cuerdas, raquetas, crampones, tiendas de campaña y otros utensilios— disponible para todos los socios. “El material se alquila a un precio simbólico. Si lo pones gratis, la gente no lo valora, pero así todos pueden disfrutarlo y cuidarlo”, explican desde la organización. 

Intergeneracional

En cuanto al perfil de sus miembros, la mayoría son vecinos de Berriz y de municipios de Durangaldea, aunque también se han sumado personas procedentes de Gipuzkoa —de lugares como Tolosa o Mondragón— e incluso de Vitoria-Gasteiz. “Tenemos socios de entre 16 y 70 años. Es muy bonito ver cómo se mezclan generaciones distintas, cada una con su energía y su forma de disfrutar la montaña. El ambiente es inmejorable”, aseguran sus integrantes. 

Desde sus primeros meses, Amaraune apostó por diversificar su oferta de actividades. A las clásicas salidas al monte, con el tiempo se sumaron excursiones a los Pirineos, Picos de Europa, montaña palentina, Burgos, entre otro lugares. También cursos de orientación, espeleología, descenso de barrancos-cañones, travesías, cursos de seguridad y actividades formativas.

Una de las grandes apuestas fue la creación de una sección de trail, que nació al observar la creciente afición local por las carreras de montaña. Fueron estos aficionados los que organizaron la primera de las pruebas por los alrededores de la localidad. “Al principio costaba vender dorsales, pero hoy se agotan enseguida”, puntualizan desde la entidad berriztarra, que ha conseguido que su prueba forme parte la Durangaldeko Kopa, atrayendo a corredores de toda la comarca y de fuera de Bizkaia.

Gran respuesta en cada una de las pruebas que organizan Amaraune

A lo largo de estos años, el club ha diseñado amplios calendarios dirigidos a toda la ciudadanía. Este año por ejemplo, han llegado a organizar cerca de una treintena de actividades. Mención especial también a la primera exposición que puede verse hasta el 1 de noviembre en la sede de la entidad. Bajo el título Gailurretan izan gaitun, la muestra pretende visibilizar y reconocer la participación de la mujer, en especial las pioneras, en el último siglo en torno a la montaña. 

En estos momentos, Amaraune vive un momento clave. Tras cuatro años de actividad, los estatutos marcan la celebración de elecciones, previstas para el 23 de noviembre. Sin embargo, según reconoce su presidente, no se ha presentado ninguna candidatura alternativa. “Muchos socios no tienen tiempo, y otros consideran que la directiva lo está haciendo bien y que las cosas deben seguir igual. Nos lo tomamos como una muestra de confianza y ganas para seguir trabajando”, agradece Huete.

Nuevas metas

Hoy, la entidad berriztarra es mucho más que un club de montaña. Es una familia unida por la pasión, el esfuerzo y la amistad. Con un ambiente inmejorable, una programación creciente y un compromiso constante con la comunidad, Amaraune sigue escalando hacia nuevas metas. "Tenemos vocación de mejora; queremos hacer bien las cosas y de manera profesional. Ser también una escuela donde exista educación en torno a la montaña integral de cómo cuidarla y respetarla. Quién nos iba a decir cuando empezamos de manera tan precaria que íbamos a llegar a consolidar y hacer crecer así al club. Esto es como cuando se monta una empresa pequeñita, se te va haciendo grande y tienes que contratar a trabajadores. Estamos muy felices y con ganas de seguir trabajando”, zanjan desde Amaraune Berrizko Mendi Kirol Elkartea.