Con este título dedicado a los primeros mendizalez basauritarras, mi buen amigo y maestro montañero que ha sido y es, Norberto Martínez, ha publicado este libro recién presentado en los locales del Baskonia Mendi Taldea de Basauri.
Cuando me lea seguro que tengo problemas debido a su discreción, sencillez y humildad en todo. Su educación y vivencia montañera son un ejemplo. Hoy me honra reconocerle, a pesar de lo que tendré que escuchar. Al tiempo. Quiero también agradecer el trabajo de tantos montañeros mayores que fueron los que nos inculcaron la cultura del montañismo con los valores de vida y ama lurra, a la que nos enseñaron a amar. Una escuela de vida por tantos Norbertos que quedan y que son la salsa del marmitako mendizale vasco.
Aquellos montañeros de Basauri visitaban el lugar del título del libro. Norberto ha profundizado en los dos topónimos de Aramotz y Legarmendi. Nos cuenta historias de Belatxikieta y su entorno (Zazpitxaboleta). Y de las minas de calcita, de los barrios que motean el paisaje, y se adentra en las ermitas, algo que es especialmente bonito, las ermitas montañeras. Santa Marina. Aita Kurtzeko, San Bizente de Bediaga, San Ignacio de Belatxikieta, San Antolín, San Bixenti de Artaun o San Pedro de Elorriaga. La hidrografía, las cavidades, Patakon (luego veremos quién es este curioso personaje), las fuentes y los refugios, son otras materias que estudia.
En las páginas centrales del trabajo impreso en bilingüe, a dos portadas, anota un listado de los montes del lugar, siendo 89 las cumbres referenciadas.
El Baskonia Mendi Taldea, un referente en la historia del montañismo agrupado en Euzkadi, ha editado unos cuantos libros. Muchos con la colaboración de Norberto y su gran sabiduría. Veamos cuáles son sus títulos; Boletín informativo (1960), 75 años a través de la montaña (1988), Montes de la cuenca del Nervión (1988), Mugarri-Mugarri (2007), 100 Urte Mendi-Magalean (2013), Montes de la cuenca del Ibaizabal (2013) y Artiba-Pagasarri (2019).
Se han impreso sólo 200 ejemplares del que nos trae hoy y su costo es de 2 €. El club, que está en la calle Doctor Fleming 2, abre sólo dos horas a las tardes.
El autor desgranó en la presentación, el 24 de septiembre, con precisión, la historia de nuestro deporte relacionada con la industria en origen que asienta en su pueblo. Ya en 1807 los hermanos Mazarredo tienen presencia en Artunduaga, donde había varias casas torres, hoy día el lugar es un complejo comercial tremendo. Norberto sitúa la segunda generación de montañeros a comienzos del siglo XX, siendo protagonistas las mujeres. Entonces es cuando nos explica el recorrido histórico de la participación femenina en la vida del club. Norberto es de la quinta generación de los que ya sobrepasan los 70 años. Han sido tres siglos en los que encuadramos el montañismo en Basauri (XIX, XX y XXI) sumando 150 años de tirarse al monte por el placer de sentir libertad, de alcanzar cotas desconocidas, conocer sitios nuevos, y de compartir amistad.
En Aramotz hay 30 cimas con buzones, de los cuales 12 son del Baskonia. Ha localizado el barbudo 16 fuentes y en el libro podréis ver 70 fotografías.
Termino con Patakon, Manuel Antonio Madariaga Urtara. Era un bandolero que actuó en sus robos en Aramotz Legarmendi. Dicen que se le atribuyen unas marcas en las rocas cercanas al collado Muñarri relacionadas con su caballo al que herraba al revés para despistar a sus perseguidores. Patakon nació en Galdakao en 1796 y residió en Larrabetzu. Fue el mayor de nueve hermanos, tuvo seis hijos y era herrero de profesión legal. La leyenda cuenta que ayudaba a los más desfavorecidos con los robos que cometía. Se le computan muchos actos delictivos entre 1828 y 1830. Algo antes le cogen en Quejana (Ayala, Araba), le indultan, yo creo tenía cómplices. Se escapa de varias cárceles, su aurea crece. Huye al sur y le detienen en Cartagena en 1847. Pisó los talegos de Ceuta y Melilla y se fugó de ambos. Pudo haber caído preso por los árabes y vendido como esclavo, muriendo como pastor hacia 1855. Fue recordado como; lapurra zan, baina herrokitsua, kendu eta alargunei emon (era ladrón pero compasivo, quitaba a los ricos y lo daba a las viudas). Patakon no era montañero porque no existía el montañismo, pero seguro conocía Aramotz Legarmendi mejor que nadie.