Pudo resultar solo una gota de empatía en el océano de la incomprensión. Pero a su vez una llamarada de esperanza. Una cadena humana configurada desde el ayuntamiento de Bilbao ha confluido este domingo con la marcha formada por más de un centenar de embarcaciones que ha partido desde el puerto de Santurtzi para discurrir sobre la Ría y alcanzar el Museo Marítimo de la capital vizcaina. El corazón y los cinco sentidos, dibujando una escenografía conmovedora, estaban con Palestina.
Un movimiento pacífico para sumarse al recorrido internacional de la flotilla de 44 países que partió hacia Gaza el 31 de agosto, que persigue denunciar el bloqueo y mostrar apoyo a un pueblo sometido al horror a manos de Israel. “Es solo un granito de arena en el desierto pero, grano a grano, hay que ir haciendo montaña”, resumían desde el pulmón de la reivindicación, que ha congregado a un millar de personas bajo la canícula abrasadora que regía el ambiente, entremezclada por la desolación de lo que acontece en la Franja de Gaza.
La iniciativa, que ha partido de colectivos vascos de respaldo a Palestina (Palestinaren Aldeko Euskal Herriko Itsas Martxa), ha arrancado a las 12.00 horas su peregrinación, bateles y piraguas incluidos, en apoyo a la Global Sumud Flotilla. Simultáneamente comenzaba a forjarse la cadena humana que ha coronado la explanada del Itsasmuseum, donde se ha alzado la voz al grito de “Palestina askatu” y “No es una guerra, es un genocidio”. El recorrido ha tenido sus propias metas volantes en diferentes puntos de la Ría: en Santurtzi, junto al pantalán del Faro; en Portugalete, desde el Mareómetro hasta La Canilla; en Sestao, junto al polideportivo de La Benedicta; y en Barakaldo, al lado del mural de Periko Solabarria.
“Lo que está sucediendo en Gaza es un genocidio, un holocausto”, han denunciado los convocantes tras cumplir con éxito la recreación, censurando que el Gobierno de Benjamín Netanyahu “le ha declarado una guerra cruel al pueblo palestino con un objetivo cruel: destruirlo, borrar su identidad, su cultura y negarles el derecho a existir”. “Están utilizando el hambre como arma y las víctimas más vulnerables son los niños”, han recalcado, haciendo hincapié en que la cifra de personas fallecidas “supera las 60.000”. En este contexto, han censurado además la “neutralidad y complicidad” de los respectivos Gobiernos europeos.
“Europa no puede seguir proclamando derechos humanos mientras permite que un genocidio se perpetre ante los ojos del mundo”, han manifestado. “Vamos tarde, y no sé si se conseguirá algo con esto, pero aquí estamos y hay que intentarlo”, decía Marisa Gómez, vecina de Sestao. “No podemos mirar a otro lado”, añadía Ane Miren Martínez, llegada desde Galdakao.
Horas antes de este simbólico acto, 17 personas habían sido asesinadas por parte de las Fuerzas Armadas israelíes, destruyendo uno de los edificios de viviendas más altos de la ciudad de Gaza, justo enfrente de una sede de la ONU. Y es que en un horizonte que se adivina poco halagüeño para los intereses palestinos, y afeando que desde suelo vasco se colabore en “fabricar los tranvías para Israel”, los portavoces han expresado que “Palestina resiste y nosotros con ella”. De esta manera han querido transmitir a los manifestantes que la Sumud Global Flotilla sigue su camino a Gaza. “Ahora mismo hay drones sobrevolando la flotilla y se han vertido amenazas. En cualquier momento tendremos que volver a salir a la calle”, han zanjado, prometiendo denuedo para combatir mediante la palabra y la protesta el sufrimiento del pueblo palestino.