“La enfermedad de Lyme tiene tratamiento y cura, hay que evitar las fobias y miedos”

Con la llegada del buen tiempo, las escapadas al monte aumentan, y con ellas, también el riesgo de picaduras de garrapata. En los últimos años, la enfermedad de Lyme ha saltado a la palestra, muchas veces envuelta en contreversias. Para conocer la realidad médica detrás de esta infección, DEIA recibe al neurólogo Juan Carlos García-Moncó, experto en la materia.

¿Qué es exactamente la enfermedad de Lyme?

–Es una infección transmitida exclusivamente por garrapatas. La causa es una bacteria llamada Borrelia, que entra en el cuerpo al picarte uno de estos insectos. El nombre viene de una localidad de EE.UU. donde se identificó la bacteria, aunque en Europa ya conocíamos la enfermedad desde principios del siglo XX, sin saber qué la provocaba.

¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?

–El primero es una mancha cutánea característica llamada eritema migratorio, que va creciendo. Luego pueden aparecer síntomas neurológicos como meningitis o parálisis facial, y más adelante, en algunos casos, una artritis inflamatoria. A veces persisten el cansancio o la fatiga tras la cura, pero suele resolverse con el tiempo.

¿Tiene tratamiento eficaz?

–Sí. La Borrelia no es una bacteria resistente. Con antibióticos –orales o intravenosos según el caso– se cura en más del 90% de los pacientes. Los casos verdaderamente crónicos son muy poco frecuentes y están muy discutidos científicamente.

¿Es importante detectar pronto la picadura?

–Mucho. La garrapata necesita al menos 24 horas para transmitir la bacteria. Por eso, si la quitas antes, el riesgo disminuye notablemente. Eso sí, hay que hacerlo bien, nada de remedios caseros. Lo correcto es retirarla con unas pinzas, como una astilla.

¿Afecta a todo el mundo por igual?

–Sí. No hay grandes diferencias entre personas. La presentación clínica es bastante uniforme. Ni la edad ni otros factores modifican mucho la evolución de la enfermedad. 

¿Es una patología común en Bizkaia?

–Tenemos las condiciones para que exista, y sí, vemos casos todos los años, sobre todo entre mayo y octubre. El año pasado yo mismo atendí varios. Pero no tenemos una estadística precisa.

¿Qué medidas preventivas recomienda?

–Quien vaya al monte debería usar ropa adecuada que cubra las extremidades y al llegar a casa revisarse bien. La prevención más eficaz es detectarlas cuanto antes.

Entonces, ¿hay que preocuparse?

–No. Hay que estar atentos, pero no alarmarse. No es una amenaza generalizada. La enfermedad está controlada y los casos complicados son muy raros. Existe controversia porque hay gente que dice que ha tenido la afección cuando no han ido al monte, ni les ha picado ninguna garrapata. La enfermedad de Lyme tiene tratamiento y cura, hay que evitar las fobias y miedos y, sobretodo, prevenir.