Inasequibles al desánimo que propiciaba una previsiòn meteorológica adversa, centenares de personas -cerca de mil según los organizadores asociativos de Larreineta y Usuario se los Montes de Triano- se han manifestado esta mañana entre La Arboleda (Trapagaran) y el monte Argalario (Barakaldo) porque "no nos resignamos a ser, una vez más, el vertedero energético de Bizkaia"
En el manifiesto leído al comienzo de la marcha iniciada poco después de las 10.00 de la mañana ante el kiosco de La Arboleda, los manifestantes denunciaron que el proyecto eólico Iparaixe II "nos quieren imponer cinco gigantes de acero en las cumbres de Argalario y Mendibil, destruyendo para siempre un paisaje que es nuestra raíz y nuestro refugio. Dicen que es por el bien común, pero sabemos que lo común es el sacrificio… siempre aquí, en Meatzaldea".
Para los defensores del singular medioambiente de estos enclaves, "este no es solo un monte. Este es el corazón verde de Trapagaran y Barakaldo, es la memoria viva de la minería, es el refugio de la fauna salvaje y el alma de nuestras caminatas, nuestras historias y nuestras infancias. Es donde se cruzan las miradas del pasado y del futuro, donde aún vuelan libres el alimoche y el milano, donde las heridas de la mina se han convertido en belleza natural recuperada".
No sin pelear
Por ello cargan contra un proyecto que cuenta con la negativa tanto del Ayuntamiento de Trapagaran y Barakaldo así como de la Diputación foral, de Bizkaia -por su irrespetuoso planteamiento ambiental- al que acusan de querer "arrancar esa segunda vida. El camino que hoy recorremos es el mismo por donde pretenden meter sus camiones, sus palas, su destrucción. 4,3 kilómetros de lucha, paso a paso, porque no vamos a entregar nuestro paisaje sin pelear".
Según alertan vecinos y ecologistas se habría querido vender que cinco aerogeneradores de 150 metros de alto son la solución climática. "Mentira. Sabemos que los 21 MW que quieren sacar de aquí pueden conseguirse instalando placas solares en los miles de metros cuadrados de tejados públicos. Las alternativas existen, pero han optado por la vía rápida: destruir lo que es de todos para enriquecer a unos pocos".
Este proyecto, no solo amenaza al medio ambiente, según sostienen los colectivos contarios al parque eólico, sino que amenaza su calidad de vida, su salud, su historia y su derecho a decidir sobre su propio territorio. "Las vibraciones, el ruido, la ruptura del paisaje, la muerte anunciada de aves protegidas como el alimoche, el deterioro del turismo rural y de nuestras rutas de montaña... todo eso es demasiado precio para un supuesto beneficio que ni siquiera nos garantiza una mejora directa", han remarcado.
Finalmente, la manifestación concluyó con un llamamiento a todos los vecinos y vecinas, a los amantes de la naturaleza, a las nuevas generaciones que heredarían este monte mutilado…para "que no falten en esta lucha. Hoy es una marcha, mañana serán alegaciones, concentraciones, denuncias, lo que haga falta para proteger este tesoro".