Un nuevo bidegorri unirá, a través de un trazado de 1,3 kilómetros, las localidades de Markina y Etxebarria. La futura vía ciclista discurrirá en paralelo a la carretera BI-2636, de la que estará separada por una barrera física para garantizar la seguridad de sus usuarios, y está previsto que las obras comiencen el próximo otoño.
La Diputación ha dado luz verde al proyecto de construcción de esta nueva infraestructura, que se enmarca dentro del Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas de Bizkaia. Con 1,3 kilómetros de longitud, pretende convertirse no solo como una vía ciclista de uso deportivo o de ocio, sino como una opción real de movilidad para los desplazamientos de corta y media distancia entre ambos municipios. Complementará de esta forma al actual camino peatonal Urko bidea, donde está prohibida la circulación de vehículos motorizados.
La vía ciclista discurrirá paralela a la carretera BI-2636, aunque estará completamente separada del tráfico rodado mediante una barrera física de seguridad. El bidegorri tendrá una anchura total de 3,5 metros, distribuida en dos carriles de 1,75 metros cada uno y un sobreancho adicional de 0,3 metros para la instalación de elementos de protección y la mejora del acabado del firme.
El trazado arrancará en el portalón del palacio de Munibe, punto de partida del camino Urko bidea, a la salida de Markina. Desde ahí, recorrerá la margen derecha de la BI-2636 en dirección a Etxebarria, hasta llegar al acceso del polígono industrial Nemak. En fases posteriores, está previsto que la vía ciclista se prolongue a través del núcleo urbano de Etxebarria.
Obras en otoño
Las obras comenzarán el próximo otoño, en octubre o noviembre, y se prolongarán durante 18 meses, por lo que el bidegorri estará culminado para la primera mitad de 2027. En total, supondrá una inversión de 4,8 millones de euros.
El Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas de Bizkaia (PTSVCB) prevé una red de 365,5 kilómetros, estructurados cinco líneas principales y veinte líneas secundarias. Las líneas principales, con un total de 123,8 kilómetros, vertebrarán los principales ejes territoriales: Nerbioi-Ibaizabal, Arratia y Durangaldea (42,7 kilómetros); Txorierri-Mungialdea (18,6), Eskuinaldea-Uribe Kosta (18,1); Ezkerraldea-Meatzaldea-Enkarterri (24,9 km) y Bilbao (19,4). A ellos se unirán otros dos ejes que conectarán Urdaibai y Artibai, enlazando, además, con la red ciclista de Gipuzkoa a través del tramo Ondarroa-Mutriku.
A ellas se unirán las líneas secundarias, con una longitud total de 241,7 kilómetros y que, con itinerarios que se extenderán dentro de las comarcas, desempeñarán también un papel clave en la conectividad territorial.