Uno de los elementos críticos de la construcción de la línea 5 del metro es el paso de su túnel por debajo del río Ibaizabal. Una situación que se va a repetir tres veces, una entre Basauri y Aperribai y otras dos en las cercanías de Usansolo.
La más complicada es la primera tanto por la profundidad a la que habrá que horadar la galería prevista como por que es el punto donde más anchura tiene el Ibaizabal.
Según indicaron ayer fuentes de ETS la galería pasará por debajo del rio atravesando en oblicuo el cauce a una profundidad de 16 metros, como si se tratar de un edificio de viviendas de algo más de cinco plantas, entre la parte más elevada del túnel y la más baja del fondo fluvial.
Este itinerario se construirá de igual forma que el resto de túneles que compondrán la línea 5, es decir, se utilizarán máquinas rozadoras que, tras ir rebañando la roca y tierra soterradas, serán sustituidas por otra maquinaria que colocará en las paredes sostenes en forma de barra para finalmente cubrir todas las paredes y techo con hormigón que de consistencia al túnel. Esta fórmula de excavación es diferente a cómo se construyó el paso del suburbano por debajo de la ría entre Olabeaga y Deusto. En aquella ocasión se construyó un gran cajón en forma de túnel en una de las orillas que luego se depositó en el fondo de la ría antes excavado.
Otro elemento que añade complicaciones al cambio de márgenes del túnel es que se va a llevar a cabo en una de las zonas más pobladas urbanísticamente hablando del todo el recorrido. De hecho, el jefe de obra de Euskal Trenbide Sarea explicó ayer a los responsables políticos el plan de vigilancia que tienen en marcha para evitar cualquier tipo de afección a los edificios de viviendas ubicados encima o al lado de las galerías y estaciones que van a horadarse en la línea 5.
ETS ha analizado todos los bloques residenciales, piso por piso, para comprobar su estado estructural antes de iniciarse las obras. Con ello se consiguen dos objetivos. Por una parte, que si hay algún inmueble con problemas, los trabajos a realizar en sus inmediaciones se acometan con más medidas de precaución a sumar a las habituales. Por otra, la inspección sirve como aval para que si algún vecino reclama de forma fraudulenta un daño a su piso, tener pruebas de como estaba antes de la obra.