Unos debutantes con mucho teatro en Barakaldo

No hay edad para entregarse al apasionante mundo de las artes escénicas. Así se demuestra dos veces por semana, concretamente los martes y los jueves, en la Escuela BAI de Barakaldo, instalaciones en las que 17 personas mayores de 45 años acuden a un nuevo curso en el que personas con mucha experiencia en la vida reciben nociones básicas relacionadas con el mundo de la interpretación. Ellos son Fran, Elvira, Kike, Fermina, Marian, Joana, Fernando... Y sesión a sesión han hecho una piña, además de avanzar en conocimientos básicos en interpretación. Todos ellos saldrán a escena el próximo lunes día 24 en el teatro Arriaga en el marco de la celebración del festival Silver Fest. “Somos 17 personas, hemos formado un grupo muy majo y hemos congeniado muy bien. La verdad es que lo pasamos muy bien. Nos reímos muchísimo. Estamos encantados”, señala Elvira, una de las alumnas de este curso que dirige la dramaturga y profesora Olatz Gorrotxategi. ”Está siendo una experiencia muy bonita darles clase porque, en muchos casos, es gente a la que le gusta la interpretación y que, por diversas cuestiones, anteriormente, no había podido hacerlo y ahora descubren un lugar divertido y amable en el que trabajan con mucha pasión. El amateurismo tiene esa frescura que le da el espíritu de disfrutar y pasarlo bien”, declara Gorrotxategi, quien remarca que el “teatro es universal y la edad no importa. Lo que importa es la actitud, porque quien es vanguardista lo es siendo joven y más adelante con más edad”.

Entrar a una de las clases de este curso es darse un baño de buen rollo y diversión. “Echábamos de menos que hubiera un curso así. Porque parece que a partir de cierta edad sólo podemos hacer una serie de cosas y podemos hacer teatro y otras muchas cosas que nos propongamos”, reivindica Marian, una de las alumnas de este curso en el que, como suele ser habitual, ellas son mayoría, ya que tan sólo hay cinco hombres. Uno de ellos es Kike, quien a sus 76 años rebosa energía. “Me enteré de este curso a través de una amiga y me animé a venir. Sabía de la existencia de esta escuela, pero no sabía que había estos cursos para mayores de 45 años. Creo que todo el mundo somos un poco teatreros y teatreras porque en el día a día también tenemos que interpretar papeles”, reconoce Kike. Tras los ejercicios de calentamiento, que dependiendo del día puede ser más físico o más mental, comienza la acción propiamente dicha. “Trabajamos mucho la improvisación”, apunta Fernando, un hombre para el que la del próximo día 24 será su debut en el teatro Arriaga. “Sí, va a ser mi primera vez allí”, confirma. Allí, en el teatro más importante de Bizkaia, los 17 alumnos de este curso que nació el pasado mes de octubre mostrarán, tal y como indica Olatz Gorrotxategi, “una propuesta rompedora”. Y es que quienes esperen una pieza de teatro clásico, ya pueden ir cambiando por completo el mapa mental que se han construido de cara a lo que podrán ver sobre las tablas del Arriaga. “Con esta acción escénica vamos a tratar de romper clichés y estereotipos sobre el arte, la cultura y el pensamiento crítico”, confirma Gorrotxategi mientras, al fondo, se escucha al alumnado del curso divertirse con uno de los juegos a través de los que calientan y, además, trabajan cuestiones relacionadas con la expresión corporal. Esas risas que se escuchan son la muestra de que estas 17 personas disfrutan a la vez que aprenden cuestiones relacionadas con el apasionante mundo de la interpretación y las artes escénicas.

VOCACIÓN DE CONTINUAR

Este curso que está en pleno desarrollo de su primera edición en la Escuela BAI de Barakaldo, ha nacido con vocación de continuar. “Si hay alumnado y hay ganas de continuar, siempre estaremos deseando de continuar formando a personas mayores. Yo les diría a las personas mayores de 45 años que se animen a venir, que prueben a venir a una sola sesión y verán que van a disfrutar mucho y que se van a sentir muy acompañados”, concluye Gorrotxategi, la profesora de este grupo de debutantes en el teatro, pero que tienen mucha experiencia vital.