“La receta de Bizkaia ante este momento de incertidumbre debe ser más innovación”
El tablero en el que van a jugar las empresas vizcainas está por definir, Trump presiona, pero Basurko cree que la clave es reforzar fortalezas y buscar oportunidades de negocio
Pilota el Departamento que impulsa la economía vizcaina, una red que asiste a las empresas con problemas, pero que sobre todo acompaña a las que necesitan un impulso en su crecimiento. Ainara Basurko repasa los ejes de la política industrial de Bizkaia y señala las fortalezas del territorio ante un horizonte complejo y desconocido por las dudas en torno al alcance real de las amenazas del presidente de Estados Unidos.
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Promoción Económica es una pieza clave en el engranaje de la Diputación, ¿cómo gestionan el presupuesto asignado?
Como dice nuestra diputada general, y además está en el plan de mandato Denontzat, aspiramos a una Bizkaia de buena calidad de vida y de bienestar. Eso se corresponde con una actividad económica saludable, que genere empleos de calidad. El Departamento de Promoción Económica cuenta con un presupuesto de 81 millones de euros y estamos en eso. Ponemos en el centro de nuestra actividad a la pyme de Bizkaia. Estructuramos nuestra actuación en tres grandes áreas. Por un lado, están las grandes necesidades que tienen las empresas. Por otro está la transición energética. Y el tercer eje es impulsar el emprendimiento.
¿Cuáles son las grandes necesidades de las empresas?
La parte del talento, por ejemplo. Es importantísimo contar con personas cualificadas, implicadas y motivadas con el proyecto empresarial para que realmente éste sea exitoso. Otra área muy importante es trabajar las palancas de competitividad. Y una de ellas es la innovación. Hay que innovar, sí o sí, en producto, procesos y mercados, que es muy importante en el momento que vivimos. Por el tipo de territorio que somos y nuestras condiciones socioeconómicas, las empresas tienen que apostar por la diferenciación. Y todo eso está muy vinculado a las nuevas tecnologías del ámbito de la digitalización y, por supuesto, a la descarbonización.
Que es otro de los grandes ejes.
“Hemos creado una red con 23 centros para asegurarnos de que el apoyo llega a todas las comarcas de Bizkaia”
Tenemos que cumplir con una serie de objetivos de impacto, de emisiones cero, pero también gestionarlo en clave de oportunidad. Por eso, el segundo gran bloque se centra en el desarrollo de programas, de servicios, de fondos, de proyectos de ese tipo. Y el tercer gran ámbito es el emprendimiento, el emprendimiento avanzado. Necesitamos que haya muchas ideas empresariales gestándose y definiéndose. Cuantas más tengamos, mejor, porque esto es embudo. No todas las ideas se canalizan, pero todas son muy importantes para que se regenere el tejido empresarial de manera constante, no solamente en términos de nuevas empresas, que es estupendo, sino también porque contribuyen a que compañías existentes, pymes o tractoras, aceleren su innovación en contacto con estas startups.
¿Qué instrumentos tiene Bizkaia para cumplir con esos objetivos?
Por una parte, están las ayudas a fondo perdido, en torno a 26 millones. Tan importante como esas ayudas es el acompañamiento a la startup o a la pyme para hacer frente a sus retos. Con asesoramiento, formación, interconectándolas con agentes que las pueden ayudar, acompañándoles en la internacionalización, facilitándoles el acceso a deducciones fiscales o a otros fondos. La parte de fondos propia la gestionamos a través de Seed Capital y recientemente hemos lanzado el fondo Start, que apoya startups en fases muy iniciales. Startups que a través de la Torre BAT conseguimos atraer con aceleradoras internacionales, que si invierten en un proyecto nosotros matcheamos esa operación y también invertimos. Hemos puesto también en marcha un fondo de fondos, que invierte en fondos que se comprometen a traer iniciativas a Bizkaia. Hemos creado además otro fondo con Konfekoop para crear nuevas cooperativas.
Casi un tercio del presupuesto se destina a ayudas a fondo perdido.
Sí. Si sumamos las ayudas a fondo perdido, 26 millones, y lo que estamos invirtiendo para que Beaz pueda dar todos los servicios, para que Seed Capital pueda gestionar esos fondos, incluso dotarlos con más dinero, y para que esos proyectos estratégicos avancen, son 51,5 millones. Y luego, hasta los 80 millones, hay diferentes actuaciones, pero quisiera destacar, por ejemplo, que hay otro presupuesto de cinco millones de euros con los que trabajamos con todas las comarcas de Bizkaia. Hemos creado una red con 23 centros, Bizkaia Oreka Zakonduz, para asegurarnos de que este apoyo llega a todas las esquinas, a todos los polígonos del territorio. Y que además seamos capaces de identificar potencialidades y trabajar en clave de oportunidad o resolver problemáticas específicas que tengan.
¿Se han acostumbrado las empresas a ese canal de comunicación?
“Esta Diputación va a cuidar muy bien nuestros sectores y apoyarles para que sigan haciendo I+D+i”
Sí, cada vez más y cada vez mejor. Esto es un maratón, un tema de visión, más que un proyecto que empieza y termina. Lo importante que es que las diferentes capas administrativas, municipal, comarcal, territorial y la de Euskadi, estemos perfectamente conectadas. Es importante que tengamos los caminos bien hechos, pero una vez que los caminos están marcados y se comparte la visión, se ve claramente cómo va fluyendo. Cada vez más empresas levantan el teléfono, sin necesidad de que haya alguien que esté encima, para decir, tengo este proyecto, ¿cómo me ayudas? Y se lo va a plantear a su agencia comarcal, o directamente llamará a la iputación o a la Spri.
Esa cercanía proporciona una foto casi instantánea de la situación de las empresas, ¿cómo están conviviendo ahora, que hay incertidumbre en muchos sectores, con el runrún de los aranceles para muchos exportadores en Bizkaia?
Al final hay mucho ruido. Algunos aranceles se materializarán, otros lo harán igual de una manera distinta a la que esperamos y otros no llegarán. Pero es verdad que hay ruido, un ruido que preocupa, y esa preocupación se traslada claramente a la empresa. En caso de todo se lleve a cabo supondrían un cambio importante en las reglas de juego del comercio internacional. Eso tendría impactos. Empezando por lo más básico, inflación, complicaciones en las cadenas de suministro que impactarían en la actividad, en la productividad y en las ventas… Puede tener impacto en las expectativas de los inversores y en toda la relación comercial. Las administraciones no tenemos la varita mágica de saber exactamente cómo se va a traducir eso. Desde la Diputación, en esta situación de incertidumbre, tenemos que transmitir es que la receta o las claves principales para una región, un territorio como Bizkaia, tiene que ser la de apostar por la innovación. Y la Diputación debe apostar por cuidar, cuidar muy bien, nuestros sectores económicos y apoyarles para que sigan haciendo esa investigación, ese desarrollo, esa innovación; para que diversifiquen y que interpreten las exigencias tanto de la descarbonización como de la digitalización en claves de oportunidad.
En todo caso, la respuesta más potente debe llegar de Bruselas.
Es verdad que necesitamos una Unión Europea fuerte. Ya está lanzando mensajes claramente. El lunes con el nuevo Clean Industrial Deal y con otras medidas que ya se están lanzando, lo importante que es proteger nuestra industria tradicional, pero también desarrollar nichos de oportunidad tanto en el ámbito de la descarbonización como en otros. Se están lanzando también nuevos mensajes en los que se van a desarrollar instrumentos para proteger todo eso, nuevos fondos y flexibilización de los requerimientos de ayudas, etcétera. Nosotros, Euskadi y Bizkaia, tenemos que posicionarnos dentro de esos planes europeos. Sin embargo, para eso, necesitamos seguir apostando en lo pequeño. Cada empresa, en innovación, en esa diferenciación y en ese valor añadido. Hay que estar alerta una vez más y no taparse los oídos ante los mensajes. Hay que escuchar lo que los medios de comunicación transmiten, y creo que hacen una labor estupenda, pero intentado interpretar eso en clave de oportunidad y, desde luego, desde la colaboración público-privada, sobre todo la parte pública, ayudar a que esas palancas de competitividad y esos nichos de oportunidad los desarrollemos más que nunca.
Alejarse del ruido, en definitiva.
Sí, escuchar, pero apostar, en lugar de retraer, ser proactivos y reaccionar con propuestas de valor diferente y competitiva. Nosotros estamos en esa liga, la de ofrecer elementos diferenciales de vanguardia tecnológica y ahí tenemos que estar apoyando.
¿Es posible que la incertidumbre dé paso a un ciclo de crisis?
“No podemos taparnos los oídos ante el ruido que llega de EE.UU., pero hay que reaccionar con proyectos”
Si ahora sacamos una foto es buena. Crecimiento del PIB, del empleo… No tenemos alarmas, pero hay amenazas. Lo que hay que hacer es enfrentarlas reforzando eso en lo que somos buenos y apostando por tecnología que va a generar oportunidades. Si luego surgen problemas habrá que ayudar. Llegan noticias preocupantes de EE.UU. Pero esta semana hemos inaugurado Admire, un proyecto de una empresa tractora, ITP. El gran electrolizador vasco, que es de Petronor, está reforzando el Corredor Vasco del Hidrógeno. Dos grandes empresas vascas, Gestamp y CIE, han presentado, a pesar de la incertidumbre en la automoción, beneficios, menores de lo esperado, pero con mensajes positivos, van a seguir invirtiendo. Hay que poner mucha fuerza ahí y que arrastren a la cadena de pymes que tenemos generando los instrumentos financieros que necesiten.
Hay otras palancas de estímulo de la economía, iniciativas como los polos de la automoción (AIC) y de la energía (EIC). Las empresas dicen que están cómodas en ese entorno de colaboración.
Automotive Intelligence Center tiene ya 60.000 metros cuadrados, unas 1.200 personas de 15 nacionalidades de 33 empresas trabajando. Imagínese el juego que da todo eso para posicionarlo internacionalmente y atraer inversiones. En cuanto a la energía, son temas complejos, nuevos, que requieren mucha inversión. Muchas veces, esa colaboración, con apoyo público, de las empresas es un ganar-ganar claramente. En este caso, tenemos los objetivos 2050, muy potentes, pero también hay niveles intermedios que hay que cumplir. Hay que descarbonizar. Tenemos además una industria pesada potente y todos están de acuerdo. Pero también hay grandes oportunidades. Es clave poner eso encima de la mesa, compartirlo con centros tecnológicos y definir proyectos conjuntos para que esas ideas se desarrollen. En Bizkaia y en Euskadi en general, tenemos interiorizado, desde el sector público y privado, que colaborando vamos más rápido.