El precio de la vivienda en Bizkaia ha subido notablemente durante el último año. Tanto es así que, según la plataforma de compraventa de inmuebles Idealista, ha alcanzado un aumento de casi el 12% respecto a enero de 2024 en determinadas zonas de Ezkerraldea, como Portugalete.
Este incremento está relacionado con la escasa oferta de viviendas, tal y como sostiene Enrico Viti, gerente de la Inmobiliaria Portugalete, que se encuentra en la villa jarrillera. "Efectivamente los precios están subiendo aunque los pisos se venden muy rápido debido a la baja oferta de pisos que hay a la venta", afirma. Según Viti, esto se debe a que las familias vascas no cambian de domicilio en busca de algo mejor, debido a que su capacidad económica es cada vez menor.
"Las transacciones de domicilios pueden venir dados por cambios de vivienda, herencias, divorcios o alquileres en los que el propietario quiere recuperar la inversión. En este momento, estamos viendo un cambio de tendencia en el que los cambios de pisos, que antes eran una parte importante del mercado, no se están produciendo", confirma.
La escasa oferta y la alta demanda hacen que los precios se disparen. Por otro lado, según el gerente de esta inmobiliaria, la disminución de intereses por parte de los bancos facilita el acceso a la vivienda de primeros compradores, que sí que están aumentando.
"Los pisos duran un día a la venta"
Gorka García es un portugalujo que está buscando activamente una nueva casa en la zona junto a su pareja. Aunque no tiene demasiadas exigencias, sí que quiere asegurarse de que su futura vivienda cuente con ciertas comodidades como ascensor, trastero o garaje directo.
Las opciones a las que opta son muy reducidas. "Prácticamente no hay ningún piso así en venta y somos varias familias las que estamos buscando lo mismo. Cuando una vivienda con estas características sale al mercado, apenas dura un día", se lamenta el joven.
García afirma que cuando se compró su piso de soltero podía tomarse varios días para visitar las diferentes opciones y reflexionar sobre ellas. Sin embargo, hoy en día "tienes que ir con el dinero en la mano para que no te lo quiten".
"Hay que buscarse la vida para quedar con el vendedor y muchas veces cancelan la visita antes de llegar a ver el inmueble. Conozco mucha gente que se ha rendido, renunciando a comprarse el piso de sus sueños en esta zona", confiesa.
De esta manera, espera que en unos años la situación mejore y haya más opciones de poder acceder a vivienda cerca de su municipio. "En cuanto vemos uno que se vende vamos a visitarlo de cabeza. Luego solo nos queda rezar para que no nos pidan una millonada", sentencia.