Seguramente esto del alpinismo en el Estado español arranca de forma organizada el 7 de abril de 1876. En ese momento nacen las secciones pirenaicas del Club Alpino Francés, en Gavarnie y Luchón. Es el origen de los clubes alpinos; estamos en tiempo de científicos y románticos en el origen de subir montañas por placer. Ese mismo año se funda en Barcelona la Asociación Catalanista de Asociaciones Científicas. Es la primera sociedad cultural excursionista del Estado.
Mientras estuve estudiando la historia del montañismo vasco, en relación con el centenario de la Federación Vasco Navarra de Alpinismo (FVNA), hace ya tres años, buceé en muchísimos datos del montañismo histórico español. En 1878 se produjo una escisión en el seno de la asociación catalana que cito y se fundó la Asociación de Excursiones Catalana, derivando todavía más hacia el excursionismo. En 1886 se crea en Madrid la Sociedad de Amigos para el estudio del Guadarrama. En 1891 se agrupan las dos asociaciones catalanas, Centro Excursionista de la comarca del Bages y otras comarcas, dando lugar al Centro Excursionista de Cataluña (CEC). En 1904 ve la luz el Club Alpino Español.

Ya en 1913 nació en Madrid el Club de los 12 Amigos y da el nombre a la Sociedad de Montaña Peñalara. Este sería el precursor del alpinismo español organizado. En 1915 nace la actual R.S.E.A. Peñalara, sucesora de la anterior. Florecen más clubes: Agrupación Deportiva Ferroviaria, otro en Granada, en Valladolid, en León… Es el 27 de abril de 1922 cuando se celebró una asamblea en Madrid promovida por la Sociedad Española de Alpinismo (SEA) para que todas las agrupaciones pudieran colaborar y coordinar conjuntamente sus actividades.
El primer día de agosto de 1922 se fundó en Madrid la Federación Española de Alpinismo (FEA), siendo su primer presidente el II marqués de la Vega-Inclán, Benigno. Este señor era miembro destacado de la Casa Real, muy inquieto, revalorizador y difusor de todo el patrimonio español. Creó la Comisaría de Turismo y fue socio protector de algunos clubes de alpinismo. Proyectó el primer parador en la Sierra de Gredos. Presidió la Federación durante seis años, hasta 1928. Al cesar, también cesan los apoyos, pasando la Federación por malos momentos hasta terminar por extinguirse. Las sociedades de alpinismo que había en aquellos años estaban todavía consolidándose.
En 1932, en el IX Congreso Internacional de Alpinismo en Chamonix, se crea la UIAA (Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo). Dos años después resurge la Federación Española de Alpinismo, presidida entonces por Julián Delgado Úbeda, el arquitecto de los refugios alpinos. También presidía SEA. El 25 de mayo de 1935 pasa a denominarse USEA, Unión de Sociedades Españolas de Alpinismo. Fue durante el I Congreso y Asamblea en la que se presentó en sociedad, organizada la reunión por la SEA de Peñalba de León, a la que acudió Ángel Sopeña.

En 1935 se celebra el Congreso UIAA en Barcelona. Al año siguiente, el 15 de mayo, el II Congreso y Asamblea de Unión Sociedades Españolas de Alpinismo, USEA, en el Club Deportivo de Bilbao. Colocaron un buzón de hierro en el Ganekogorta elevando la altura con un mojón hasta los 1.000 metros. Hubo concentración alpinista en Priedrafita organizada por USEA. También organizaron un concurso de literatura de montaña y obtuvimos los vascos el primer premio de documentales por el montañero Jesús Quintanal y el cuarto y un accésit por el escalador bilbaino Alberto Abos Bidaña y Martínez Santander.
Sobre el II Congreso Alpino celebrado en Bilbao en 1936, estaba a punto de estallar la guerra, se hizo una excursión a Anboto y un homenaje a la mujer montañera. Pusieron en escena el XI Salón de Fotografía de Montaña en el Club Deportivo Bilbao (CDB). Se mostrará el primer plano topográfico a escala 1:25.000 del Macizo del Gorbeia, obra de José Luis de Soraluce y Ernesto de la Fuente (del CDB). En la clausura del congreso Ferrer homenajeó a Carmen Iza y Raimunda Royo. Sopeña fue el secretario y Antonio Telleria, presidente de la vasca, y Úbeda, presidente de USEA, quienes lo clausuraron.
En 1936 se suspenden las actividades hasta su recuperación en 1939. De nuevo renació la FEME (Federación Española de Montaña y Esquí). La preside Eloy González Simeoni. Cuatro años después el presidente es el comandante Blond. Y en 1941 ya no es FEME, sino FEM (Federación Española de Montaña), porque se separa el deporte del esquí, siendo presidente Delgado Úbeda, quien se mantuvo en el cargo hasta su fallecimiento en 1962; y en la de Esquí, Joaquín Martínez Nacarino.