Familias de Getxo que denunciaron a un profesor aseguran que las agresiones sexuales "están probadas": "¿Qué más tienen que decir?"
Continuarán "buscando justicia" pese al archivo provisional de la causa y avisan de que el docente sigue dando clases a menores
Las familias de las niñas de 4 años que denunciaron a un profesor por presuntamente haberlas agredido sexualmente en Getxo continuarán "buscando justicia" y han avisado de que, tras el archivo provisional de la causa, el docente "sigue dando clases a menores en un centro de idiomas".
Relacionadas
En una entrevista, uno de los padres denunciantes, que ha pedido no ser identificado para preservar la identidad de su familia, ha expresado su "decepción y rabia" tras la resolución judicial inicial y la desprotección que, a su entender, han sufrido las niñas como víctimas de este procedimiento.
El juzgado de Instrucción de Getxo acordó en un auto fechado el 23 de enero archivar provisionalmente la causa por los supuestos delitos de agresión sexual a menores denunciados por las familias de cuatro alumnas del Colegio Europa.
Archivado el caso del profesor del Colegio Europa de Getxo investigado por agresiones sexuales
Agresiones probadas
El progenitor ha destacado que las agresiones sexuales "están probadas" pero el juez ha estimado que no ha quedado suficientemente acreditada la autoría por parte del docente, "a pesar de que las niñas hayan contado que el denunciado les tocaba" en su zona genital.
"¿Qué más tienen que decir?", se pregunta al tiempo que lamenta que no se haya continuado con la investigación para poder demostrar la veracidad del relato de las niñas, después de que el instructor rechazara tomar declaración a las pediatras que atendieron a las pequeñas.
Declaraciones "condicionadas"
También ha solicitado que antes de cerrar definitivamente el caso se pida al colegio el registro de entrada y salida de los profesores para comprobar si el denunciado se solía quedar a solas con las menores o si esto no ocurría, como aseguraron otros docentes de ese centro.
Las declaraciones de esos profesores "están absolutamente condicionadas" y no deberían de ser validas porque "podrían perder su puesto de trabajo o incluso tener parte de responsabilidad" en los hechos, ha reflexionado.
Lo más "deleznable" es que la primera niña que sufrió los abusos padece un trastorno del neurodesarrollo y es especialmente vulnerable. Ha pedido también que, como "no se puede expresar bien", se le permita estar acompañada de su madre o padre" para tomarle testimonio.
Primer caso
El caso comenzó cuando una madre constató que había sangre en las bragas de su hija y la llevó al hospital, donde una pediatra, en conversación privada con la pequeña, le preguntó quién le había hecho daño, y la niña contestó directamente que su profesor, razón por la que la médico dio parte a la Fiscalía.
Esta familia lo comentó con otros padres quienes, sin "condicionar" a sus hijas y con preguntas generales sobre el colegio, se interesaron por saber cómo se sentían en clase. Cuatro niñas dieron el nombre del mismo profesor y aseguraron que "jugaba" con ellas y una de ellas que "le hacía daño".
"Mi hija explicó que la subía a una caja y le tocaba la zona genital", ha indicado el padre.
Después de las denuncias, el juzgado citó a las familias para las pruebas preconstituidas, en las que las niñas debían narrar de manera individual los hechos ante un psicólogo que no conocían y sin un acercamiento previo a las menores, "para que cojan confianza se les dijo que detrás de un cristal había fiscales y un juez" y les hicieron "un interrogatorio intimidatorio".
Archivo provisional
"El ambiente y el entrevistador" no facilitaron que las pequeñas hablasen; se mostraron nerviosas, "pero incluso en esas condiciones" al preguntarle a una de ellas si el denunciado le había tocado los genitales asintió con la cabeza, ha explicado.
Tras ese acto, el instructor concluyó que no había "datos periféricos corroboradores de carácter objetivo vinculados a los hechos denunciados" y resolvió el archivo provisional.
Por todo ello, las familias han denunciado "la injusticia que ha habido y que la gente sepa" que las agresiones sexuales "están certificadas", pero que el profesor denunciado "sigue dando clases a menores en un centro de idiomas y sigue haciendo su vida con normalidad".
Además, han confiado en que "la gente salga a la calle y acuda a la concentración" del próximo 14 de febrero a las 19.00 horas en la plaza de la estación de Algorta, para exigir que se siga investigando y se llegue "al fondo" de lo sucedido para "no dejar a estas crías en el olvido".