La Justicia ha sido diligente a la hora de contestar a la demanda de auxilio lanzada el pasado 20 de noviembre por el alcalde de Muskiz, Edu Briones, ante el malestar vecinal y la sensación de inseguridad que se estaba creando en el municipio por la actuación de varios menas –de origen magrebí– que se encontraban bajo la tutela del centro foral de acogida de menores de Sopuerta. Curiosamente, tras la denuncia recogida por DEIA, uno de los implicados, precisamente el más conflictivo, habría sido trasladado a otro centro foral “con medidas más restrictivas”, señalaron fuentes municipales.
Ante la denuncia firmada por el alcalde de Muskiz y el jefe de la policía local hecha llegar al juzgado de Barakaldo el pasado 20 de noviembre en la que se advertía de la posibilidad de una rebelión popular ante la alarma social generada en el municipio por el creciente número de delitos protagonizado por un reducido número de jóvenes de nacionalidad marroquí, la jueza del decana se habría puesto en contacto con el Ayuntamiento de Muskiz.
Según han detallado fuentes municipales el decanato habría aconsejado al municipio minero realizar atestados de los incidentes registrados y “poner en marcha el servicio de juicio rápido para asuntos menores –como los hurtos o intentos de ocupación– a través de los servicios del juzgado a los que tienen acceso tanto la policía autonómica como la local”, aseguraron estas fuentes que reconocieron que desconocían esta vía rápida. “A partir de ahora nos la plantaremos para que los delincuentes, sean de donde sean, afronten sus responsabilidades ante hechos delictivos”.
Descenso
Sorpresivamente, según han destacado a DEIA fuentes municipales del municipio costero, desde que se hizo pública la carta del alcalde –dada conocer en primicia por este diario– no se han vuelto a registrar hechos delictivos, ni robos, ni hurtos, ni intentos de ocupación en la localidad. “El índice de delitos ha vuelto a los parámetros normales en esta localidad de por sí bastante segura”, señalaron estas fuentes que recordaron que en apenas seis días, los tres menas protagonizaron una docena de incidentes entre hurtos, robos e intentos de ocupación de viviendas. No obstante, tras mostrar su preocupación por estos sucesos, las fuentes recordaron que la misiva del alcalde alertaba “del lanzamiento de bulos a través de las distintas redes sociales, que multiplican la problemática y ponen el foco en un determinado colectivo por razón de nacionalidad, raza o religión. Estos llamamientos a medidas paralelas a la justicia son muy peligroso”, apuntan.