Con las fechas navideñas a la vuelta de la esquina, hay palabras que recuperan su brillo natutal: humanidad, tolerancia, ilusión... Basta con rascar un poco para redescubrir que la emoción va más allá de los regalos, de las luces y de las burbujas. Así lo han demostrado recientemente más de dos centenares de personas en Getxo que participaron en las comidas celebradas en la localidad entre familias autóctonas y de origen extranjero, dentro del programa Bizilagunak-La familia de al lado, impulsada en el municipio por el Ayuntamiento, la asociación Egizu y la Federación Plataforma Inmigrantes de Getxo, con la colaboración del Gobierno vasco. Esta vez fueron, en concreto 225 sonrisas.
Se sentaron a la mesa en las comidas en siete txokos (Benta, Abian, Azebarri, Pertsonalde, de la iglesia San Martin, San Nikolas Zabalik y en uno de Romo) del municipio, donde estuvieron repartidas en grupos pequeños de entre seis y ocho personas cada una, para mantener la esencia de las personas participantes, provenientes de Euskal Herria, Argelia, Argentina, Bangladesh, Bolivia, Marruecos, Palestina, Chile, Cuba, Guinea Ecuatorial y Venezuela, entre otros.