Fue este pasado martes cuando las cristaleras del Ayuntamiento amanecieron cubiertas de pegatinas en un acto de protesta en favor del gaztetxe. Una acción vandálica que la administración local no ha dudado en condenar. “Rechazamos cualquier forma de protesta que recurra a la confrontación o al vandalismo. El diálogo siempre ha estado y estará abierto para quienes deseen aportar de forma constructiva. No se trata de un conflicto entre el gaztetxe y el Ayuntamiento, sino de un tema privado entre el propietario y de quienes ocupan el espacio”, apuntó la alcaldesa, Ainhoa Salterain.
Desde la administración local quisieron reiterar que la actividad del gaztetxe se lleva a cabo en un edificio de titularidad privada y que el caso se encuentra en los tribunales, “por lo que la institución municipal no tiene nada que ver y no puede intervenir”.