Ocho bodegas presentaron ayer sus añadas de txakoli en la fiesta de la vendimia de Balmaseda, que contó con puestos, catas, degustaciones y un área pata sentarse a tomar algo en la plaza del Marqués de Legarda. Pese a las sonrisas en medio del ambiente festivo de San Severino, coincidieron en ofrecer un diagnóstico preocupante: el cambio climático ya se está notando en un descenso de la cosecha.

“Este año ha sido muy malo porque no ha habido apenas primavera y después el mal inicio del verano, prácticamente sin sol, ha provocado que a la uva le costara madurar”, describió Iñaki Bringas, reciente campeón de la feria zallarra de Gangas Eguna. El premio, sin duda, “aporta visibilidad” a De Bringas, un proyecto enraizado en Karrantza que arrancó en pandemia con un enfoque distinto al planeado. “Íbamos a vender uva, pero con el confinamiento nos dijeron que no tendría salida al paralizarse todo, así que optamos por elaborar nosotros mismos el txakoli”, narró. Al final, “en cuanto la hostelería pudo abrir cobró mucha vida el formato de poteo” que les ayudó a dar sus primeros pasos.

José Domingo Txabarri, de Zalla, calculó “en un 30% las pérdidas de uva de este año con respecto a 2023, pero es que ahí ya elaboramos un 20% menos que el año anterior”. Y es que “la viña resulta uno de los árboles más afectados” por el comportamiento cada vez más imprevisible del clima, ligado al calentamiento global. Además de que “no recuerdo tanta lluvia como esta temporada”, las olas de calor de julio y agosto, con picos de hasta 42 grados que elevaron Enkarterri a máximas a nivel estatal quemaron en su caso “sobre un 10% de la producción”. Para colmo de males, “apareció el hongo Mildiu”. “Estamos desmoralizados” por un cúmulo de factores que cada vez dificultan más el poder cubrir costes.

“Existe inquietud”, compartió Andoni Aretxabaleta, de Magalarte y vocal del Consejo Regulador de Bizkaiko Txakolina. Sin embargo, “tenemos experiencia y conocimientos y creo que veremos 2024 con ilusión: va a ser un vino largo, fresco y Atlántico”.

Bodegas

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La asociación de promoción económica y turística de Enkarterri, Enkartur, congregó en la fiesta de la vendimia de Balmaseda a ocho bodegas: Merrutxu (Ibarrangelu), Bodegas de Galdames, De Bringas (Karrantza), Lapazaran (Muxika), Magalarte (Lezama), Txabarri (Zalla), Txurrut (Sopuerta) y Virgen de Lorea (Zalla) A lo largo de cinco horas ofrecieron catas comentadas y sirvieron su txakoli en puestos y mesas habilitadas en la plaza del Marqués de Legarda, en el casco histórico de la villa, que está en fiestas.