Parece una tontería pero lo primero que ha hecho el actor Urko Olazabal, bilbaino afincado en Muskiz, que ha dado vida al exalcalde de Ponferrada que acosó política y sexualmente –y por ello fue condenado– a la edil de su ayuntamiento Nevenka Fernández, ha sido dejarse un cuidado bigote que rompe con la imagen pública del mandatario castellano leonés. Ha sido algo que, en un actor acostumbrado al transformismo existencial que exige el guión –como el Carrasco de Maixabel que le dio el Goya en 2021– parece como un ducha liberadora que le ha permitido desprenderse de todo la iniquidad que tuvo que asumir con el personaje de un villano, que lejos de ser un recurso de ficción, es fruto de la realidad soterrada de la España cañí en la que los intereses económicos y clientelistas de algunos lugareños aún ponen en duda el talante transgresor del ex regidor popular.

Urko Olazabal y la edil Ainara Leiba esperan que Muskiz apoye la denuncia hacia el acoso. E. Z.

“Mucha gente sale de la película con mal cuerpo porque habla en primera persona de un acoso. Si algo tiene el cine y algunas películas cuando lo incentivan o ponen el foco en esos temas es que tú vas con la protagonista y la protagonista eres tú y cómo estás viendo en primera persona lo que está sufriendo, te sientes en su piel pues al final el acoso te lo están haciendo a ti”, señalaba el actor vizcaino, que recibió el guión el día de su cumpleaños, y que este viernes participará en un coloquio abierto tras la sesión vespertina (19.00 horas) de la proyección del filme en el Meatzari de Muskiz.

“Yo primero lo siento en la carne y luego lo intento transmitir a la cámara. No es lo mismo un villano de Marvel que un villano real al que tienes que darle cuerpo y sensaciones reales y sobre transmitir que es un ser humano sin risas fingidas sino dejando claro que es un señor malo que hace cosas de mala personas” sostiene Olazabal quien considera que Yo soy Nevenka, es un película “que sobre todo deben ver los hombres, que como yo mismo, aún tenemos una herencia machista”. Por ello felicita el acierto del Ayuntamiento de Muskiz por haber programado el viernes una sesión matinal con el alumnado local de 4º de la ESO para “concienciarles sobre la magnitud del acoso sexual”.