El artista de Zalla Gorka Belasko transporta sus pinceles directamente desde la reunión de Euskal Herriko Sketchcrawl, celebrada en abril en Zalla, hasta el municipio burgalés de Mambrilla. Allí comenzará hoy la octava edición del encuentro que plasma en cuadernos en vivo y en directo paisajes, personas y costumbres y ha sido incluido en un estudio sobre iniciativas culturales en el mundo rural realizado por la investigadora vallisoletana Cova Pérez Yagüez presentado en la asignatura Espacios del habitar, territorios y sostenibilidad dentro del máster universitario en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual, organizado por las universidades Autónoma y Complutense de Madrid, la Universidad Complutense de Madrid y el Museo Reina Sofía. “Un pequeño hito”, dice el impulsor del evento.
Bajo el lema Casas, cocinas y corrales, este año los dibujos se focalizarán en “espacios y labores feminizadas” de la localidad. Se trata de poner en valor “todo aquello que ocurre en esos lugares y los trabajos que en ellos se realizan; a pesar de su importancia social y para el desarrollo económico pocas veces gozan de ese reconocimiento” que los dibujantes quieren brindar.
Reivindicar a las mujeres
Al mismo tiempo, reivindican “la comunicación y la complicidad que surgían” en esos contextos entre las mujeres, como refleja la obra de Curro Berrocal que ilustra el Dibujando por Mambrilla de 2024. A las vecinas del municipio les pide “que se dejen acompañar, sin necesidad de que modifiquen sus rutinas, su forma de hacer las cosas cotidianamente”.
La repercusión alcanzada los siete años anteriores ha motivado que “dibujantes de diferentes latitudes se interesen por participar en este encuentro colaborativo, uno de los que poseen la personalidad más acusada de cuantos se celebran en la península”. Además, se han cursado invitaciones especiales a Usk Segovia y Dibujaranda, colectivos recientemente surgidos “que se suman al veterano Valladolid Dibujauna, una de las referencias que sirvieron para poner en marcha el nuestro”. Y es que “crear redes, conexiones que crecen y se expanden es una de las labores añadidas de la cultura que se genera en torno al cuaderno”.
El programa de actividades en Mambrilla, que no llega a los 200 habitantes habituales, incluye hasta el domingo una presentación del proyecto ante la ciudadanía, visitas a tres bodegas, “muestra del bagaje cultural que aporta a la cultura vitivinícola de la Ribera del Duero”, así como desayunos, comidas y meriendas de hermandad.