La agrupación ecologista Sagarrak ha puesto en su punto de mira en el ámbito natural donde se encuentra el castro de Malmasin, un asentamiento fortificado de la Edad Media declarado monumento arqueológico y situado a 361 metros de altitud en terrenos que comparten administrativamente Arrigorriaga y Basauri. En un escrito remitido a ambos ayuntamientos, la entidad muestra su “preocupación por el estado actual de este entorno” y propone y plantea “una acción conjunta encaminada a su recuperación con criterios medioambientales”.
Recuerda Sagarrak en el texto que “la cumbre y el entorno son lugares muy apreciados por paseantes y montañeros de estos dos municipios y de otros cercanos por su proximidad que permite, en un espacio corto de tiempo y sin otro transporte que las piernas, abandonar el espacio urbano y mirar, desde esta pequeña cumbre, hacia todos los puntos cardinales”. Sin embargo, este valor etnográfico, histórico y paisajístico “no está acompañado por la diversidad forestal autóctona que corresponde a este entorno”, lamenta. El grupo ecologista precisa que solo en la parte sureste, junto al barrio de Brisketa, subsiste un pequeño robledal, mientras que “el resto del terreno, bajo la curva de nivel de 300 metros está ocupado por zonas de pastizal y parcelas de explotación forestal”. En algunas de ellas se han llevado a cabo, durante los pasados meses de noviembre y diciembre, labores de tala y extracción de la madera que, según apunta desde Sagarrak, entre otras cosas “han ocasionado un gran destrozo en los caminos de acceso a la ruta de senderismo que une Bolueta-Malmasin y Arrigorriaga”.
Mirar a futuro
Ante esta situación, la propuesta “abierta a la reflexión” que lanza Sagarrak a los Ayuntamientos de Arrigorriaga y Basauri es clara: la recuperación y la restauración ecológica del entorno del monte Malmasin. “El logro de este objetivo pasa por el estudio de las posibilidades que ofrece la norma foral y por una acción coordinada de nuestras dos administraciones locales para conseguir que a este entorno se le otorgue una protección especial y deje de tener un uso forestal intensivo”.
A su juicio, este podría ser un buen momento para actuar al entender que “las labores de corta y extracción de madera de eucalipto realizada recientemente, aparte de los destrozos ocasionados, abre una vía para la reflexión sobre este tipo de monocultivos y la iniciativa de revertir esta situación y recuperar con especies autóctonas este monte”.
Es la propuesta que la agrupación ecologista pone sobre la mesa y que ha trasladado ya a los Consistorios de Arrigorriaga y Basauri “para que las diferentes fuerzas políticas de nuestros dos ayuntamientos la analicen y, si lo estiman oportuna, inicien los trámites administrativos para la recuperación ecológica de este entorno tan apreciado”. La iniciativa también se va a trasladar a todos los colectivos sociales de ambos municipios, porque aunque “la consecución del objetivo propuesto depende claramente de la voluntad política, también depende de todos nosotros, de las personas organizadas en diferentes grupos sociales que podemos unir nuestra voz para que el monte Malmasin sea un entorno natural”.