Gorabide, la asociación de personas con discapacidad intelectual, es una de las organizaciones vizcainas que cuentan con un centenar de voluntarios y que hoy comienza su primera quincena llena de actividades veraniegas. Pese a que las cifras de voluntarios en Bizkaia son muy elevadas, al finalizar la primera semana de junio la organización se vio obligada a solicitar voluntarios para poder llevar a cabo las actividades programadas para los meses de julio y agosto. “Hemos completado el número total de 105 personas voluntarias que necesitábamos para los programas de verano”, apunta satisfecha la responsable de tiempo libre de Gorabide, Estefanía Yáñez. De hecho, añade, “respecto al año pasado hemos notado una mejoría en ese aspecto. Siempre conseguimos que la gente se anime a echarnos un cable”, agradece.

Desde hoy y hasta el 31 de agosto Gorabide se encarga de organizar estancias –programas de ocho días y siete noches– donde “225 personas usuarias van a ir a disfrutar de diferentes destinos en una semana de vacaciones con la colaboración de 86 personas voluntarias”.

A su vez, tienen preparados cuatro programas de salidas urbanas. Durante julio y agosto y de manera quincenal, intentan “que haya seis salidas. El lunes, el miércoles y el viernes de ambas semanas hacer salidas de día”. “Por ejemplo, vamos a ir un día a un baserri a pasar la jornada con animales y otro vamos a un dar un paseo en vela”, expone Yáñez algunas de las diferentes opciones que ofrecen. Son actividades con las que se pretende que salgan de la rutina del día a día y puedan realizar planes diferentes. “El objetivo es que disfruten”, indica.

La elaboración de los grupos de voluntarios que acompañan a los usuarios de Gorabide comienza en el mes de enero. “Ellos nos ponen en las solicitudes que quieren ir a un sitio o a otro y con un amigo u otro. Nosotros respetamos siempre fechas y con esta información hacemos los grupos”, puntualiza la responsable de tiempo libre de Gorabide. En el caso de la asociación de personas con discapacidad intelectual, el número de voluntarios que les acompañan en las diferentes actividades programadas varía según la demanda que el propio grupo tenga. “Si tengo gente muy autónoma con un grupo de 16 pueden ir cinco monitores, pero si tengo un grupo, como tengo yo, de veinte personas en el que hay cuatro con silla de ruedas, el grupo va a ir con nueve monitores porque es un uno por silla”, explica Yáñez.

Para ser voluntario en Gorabide solicitan “ser mayor de edad y que tengan ganas”. Sin embargo, “hay que formarles porque van a ir una semana con un grupo de personas con discapacidad”. Para llevar a cabo esa enseñanza “hay una formación obligatoria para toda la gente nueva”. “En ella, durante cuatro horas, les explicamos temas de salud. Está elaborada con una persona con discapacidad intelectual, una coordinadora responsable del área y un enfermero”.

Implicación institucional

Este año la Diputación Foral de Bizkaia ha financiado con dos millones de euros actividades de ocio inclusivo y respiro de personas con discapacidad y familiares.

“Necesitamos este recurso para poder hacer actividades. Si no, se quedan sin verano”, asegura Yáñez. Una opinión que comparten los propios voluntarios. “Están ya pensando en el siguiente año”, destaca la responsable de tiempo libre recordando comentarios que le expresan los propios voluntarios.

En este sentido, destaca que para los usuarios de Gorabide “es muy importante porque no tienen otra semana así al año, es la única que tienen de ocio y vacaciones”. l