El metro de Bilbao renovará su flota con un total de 37 convoys que empezarán a entrar en servicio los próximos años. Además, en una operación de gran renovación de Metro Bilbao, se procederá a modernizar el sistema de señalización y actualizar el puesto de mando centralizado. Todo ello supondrá una inversión que rondará los 736 millones de euros. Los primeros trenes entrarán en servicio a finales de 2027 o inicios de 2028 y finalizará su incorporación en 2033.

Un gran esfuerzo económico que financiarán a medias el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia, según han anunciado esta mañana de lunes el lehendakari, Imanol Pradales, y la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe. 

La presentación del acuerdo la han realizado ambos en los talleres que Metro Bilbao tiene en Sopela y de esta manera se cumple un compromiso adquirido por la máxima responsable foral durante la campaña electoral a las Juntas Generales del pasado año.

CTB

La operación de compra de las nuevos trenes para el suburbano será llevada a cabo a través del Consorcio de Transportes de Bizkaia, el ente financiado al 50% por el Gobierno vasco y la Diputación Foral, y que ha sido el encargado de desarrollar la red actual de Metro Bilbao y de costear todo el mantenimiento del parque móvil, infraestructuras y superestructura desde que se puso en marcha este transporte de masas en el 11 de noviembre de 1995.

En la actualidad la sociedad que gestiona las líneas 1 y 2 del metro cuenta con 46 convoys; la mitad de los cuales llevan en funcionamiento desde se estrenó el suburbano. Han recorrido, cada una de ellas tres millones de kilómetros, casi 75 vueltas a la Tierra y son las que se van a sustituir por las nuevas unidades. El resto de la flota la componen otras 13 en servicio desde el año 2001 con 2,5 millones de kilómetros a sus espaldas, y las últimas nueve, que entraron en servicio en 2009, y suman 1,5 millones de kilómetros.

El coste de cada unidad-tren de cinco vagones nueva será de unos 16,3 millones de euros. Estos convoys no solo mejorarán la capacidad de transporte en un 12% más, sino que también serán más eficientes energéticamente ya que reducirán significativamente el consumo eléctrico en un 35%. Ello supone una estimación de ahorro en la factura energética de hasta un millón y medio de euros anualmente. Además, serán unas unidades digitales para optimizar el mantenimiento y proporcionar información en tiempo real a los usuarios, como el nivel de ocupación de los trenes próximos.

Flota con las últimas tecnologías

El proceso de renovación de los viejos metros empezará esta semana y será prolongado en el tiempo ya que los pliegos de condiciones del contrato se están preparando al detalle para dotar a la nueva flota de las últimas tecnologías, además de incorporar el mencionado quinto coche a todas ellas en lugar de los cuatro actuales. Este incremento de capacidad, cuando todos los nuevos convoys estén operativos, permitirá redefinir el servicio y adecuarlo así a la demanda actual de un transporte que cada año crece en clientes. Después vendrá sacar a concurso la construcción de los trenes, adjudicar el contrato y posteriormente iniciar su construcción. Serán 37 trenes, los 23 operativos desde 1995 y los 13 que transportan viajeros desde 2001, los que se estrenarán paulatinamente en entregas anuales que cumplirá la empresa ganadora de la licitación según se vayan terminando de construir y las posteriores pruebas.

Visita a las cocheras de Sopela Oskar González

Imanol Pradales ha destacado en su intervención que se invertirán 740 millones "que nos va a llevar a que la movilidad de Euskadi siga a la vanguardia de Europa”.

Por su parte la diputada general, Elixabete Etxanobe, ha considerado que "nos toca preparar el Metro de las próximas décadas: más seguro, con mayor capacidad, adaptado a la demanda actual y futura, y un Metro aún más sostenible y eficiente”

Aunque las unidades en servicio todavía están activas y podrían aguantar algunos años más gracias a la labor de mantenimiento continua que reciben, desde Gobierno vasco y Diputación han sido previsores y por ello adelantan plazos de renovación porque según la diputada "no hacerlo significaría renunciar a garantizar un servicio de calidad".