El Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB) ha iniciado el proceso para llevar a cabo la renovación de los 37 convoyes de Metro Bilbao que más kilómetros han recorrido desde que se inauguró el suburbano en 1995. 

El proceso íntegro hasta que se vea rodar los nuevos trenes por las vías se va a prolongar durante varios años, tanto por el complejo proceso de licitación del contrato, la cantidad de material móvil a estrenar, así como por el coste económico que supondrá para las arcas del CTB, el organismo financiado al 50% por la Diputación de Bizkaia y el Gobierno vasco y el cual es responsable de sufragar los presupuestos de Metro Bilbao. 

Unas circunstancias que supondrán que el relevo generacional de los trenes que prestan servicio en la línea 1 y 2 sea prolongado, entre dos y tres años dependiendo de las exigencias del contratista, con lo que algunas de las unidades más antiguas superarán los 30 años antes de ser retiradas del servicio.

Un ejemplo puede ser cuando Euskotren encargó en 2013 la construcción de 28 unidades nuevas las cuales fueron entregadas de noviembre de 2015 hasta mayo de 2020.  

En la actualidad el parque móvil del suburbano que gestiona Metro Bilbao se compone de 46 convoyes. Más de la mitad, 24, empezaron a rodar con el estreno del metro el 11 de noviembre de 1995. Forman la serie UT-500, la generación más longeva.

Según se fue ampliando la red de metro con la línea 2 por la zona de Ezkerraldea hubo que aumentar el número de composiciones, de forma que en el año 2000 se sumaron 13 unidades más, la serie UT-550. Con el estreno de las estaciones de Basauri y Santurtzi, la última gran extensión del suburbano acometida en 2010, se incorporaron 9 trenes más, la edición UT-600, la más moderna en circulación y cuyo coste supuso entonces más de 70 millones de euros. 

El primer anuncio de la jubilación de las viejas unidades de metro lo realizó la actual diputada general de Bizkaia, la jeltzale Elixabete Etxanobe, durante la campaña electoral de mayo pasado. Entonces indicó que “el metro cohesiona la metrópoli y tenemos que cuidarlo bien” y que la renovación de las unidades más antiguas supondrá “más comodidad, más seguridad y mejor calidad de servicio”. Reconoció que “supondrá una gran inversión, tendremos que hacer un esfuerzo, pero no podemos permitirnos que el metro deje de funcionar” y dijo que con esta iniciativa “miramos al futuro para anticiparnos a los problemas que puedan surgir y estar bien preparados”.

Un ejemplo de esos problemas ocurrió en octubre pasado cuando se tuvo que retirar del servicio el convoy 513, perteneciente a la primera generación, después de que en tan solo seis días la unidad se averiase en dos ocasiones, sin razón aparente, afectando al servicio y obligando a desalojar a los pasajeros del tren. Ello supuso que la composición fuera retirada de la circulación para analizar las causa de los fallos.

A pesar de este caso puntual, hay que tener en cuenta que los convoyes a jubilar no son los mismos que empezaron a rodar en 1995. Desde entonces han sufrido muchas modificaciones y mejoras según han ido avanzado las tecnologías y las necesidades del transporte, pero sobre todo tienen un control constante en forma de varias revisiones a diferentes niveles que les permiten rodar con toda seguridad una media de 16 horas diarias. 

Toda la flota está sometida a un programa de mantenimiento perfectamente planificado que se lleva a cabo en los talleres que Metro Bilbao tiene en Sopela y Basauri. En ambas instalaciones se efectúan alrededor de 400 inspecciones menores al año, que son las previstas cada 10.000 kilómetros de recorrido. 

Además, existen los controles anuales, tras sumar 120.000 kilómetros, otros test cada trienio, que revisan más procedimientos y mecánica con 360.000 kilómetros en la mochila, y finalmente, se acomete la gran revisión, la que implica el desmontaje total de la unidad que tiene lugar con 900.000 kilómetros, distancia que recorre cada seis o siete años. 

Un dato de lo que supone este proceso es que Metro Bilbao invierte de media más de ocho millones de euros en revisiones de trenes cada año. Este plan supone que, por ejemplo, las 24 composiciones de la serie inicial UT-500 ya hayan pasado por la tercera renovación integral o gran revisión desde que circulan.

Todas las nuevas con cinco coches

Otro cambio importante que supondrá la renovación de la flota ferroviaria es que las nuevas unidades llegarán con cinco coches en sus composiciones, algo que, sin duda, los viajeros agradecerán al contar con más espacio sobre todo en las horas puntas del servicio. La incorporación de la nueva serie supondrá que se completará el parque de convoyes con esta mayor capacidad por cada tren ya que hoy en día el quinto coche está disponible en 22 de las 46 composiciones.

Se trata de los nueve convoyes que componen la última serie UT-600, que entró en servicio a lo largo del año 2010, más otras 13 composiciones ferroviarias de las dos generaciones más veteranas. Un incremento de plazas obligado por el aumento de pasajeros en Metro Bilbao tanto por la ampliación de la red como por la cada vez mayor incorporación de adeptos al transporte público. 

De esta forma, el enriquecimiento de las unidades, hasta llegar a los 90 metros de longitud, se concretó en la primera generación incorporando el quinto coche en 13 de las 24 unidades, quedando con los originales cuatro coches, once convoyes. La serie UT-550 no se ha tocado y sus 13 composiciones siguen sin ampliarse ofertando las 570 plazas iniciales en lugar de las 720 que disponen las de cinco coches. Un incremento de capacidad esta de calado que obligó en su primera fase a ampliar los andenes de varias estaciones en superficie como Bolueta, Urduliz o Plentzia, adaptar los talleres y cambiar la señalización de todas las estaciones en servicio. 

En total, el CTB tuvo que desembolsar 35 millones de euros teniendo en cuenta que cada nuevo coche, de 17 metros de longitud e incrustado en el centro de la composición, costaba millón y medio para sumar 150 pasajeros más al convoy. 

El apunte

Última compra similar. Euskotren inició en abril pasado el proceso para adquirir cinco nuevos trenes para operar en la futura línea 5 del metro que conectará Basauri con Galdakao y el Hospital de Usansolo.

65 millones de inversión. El coste previsto, con IVA incluido, es de 65 millones de euros pero hay que tener en cuenta que serán unidades más pequeñas. Cada convoy tendrá cuatro coches con una capacidad de 400 viajeros y contarán con baño incorporado para uso de los pasajeros.

Al detalle

Compromiso de la diputada general en campaña electoral

Elixabete Etxanobe adelantó en mayo su compromiso con esta renovación para que el metro ofrezca “más comodidad, más seguridad y mejor calidad de servicio”. 

Mantenimiento un gasto anual medio de más de 8 millones

Contar con el material móvil ferroviario en el mejor estado posible implica una inversión importante anual que supera los 8 millones. 

Tres revisiones integrales en los convoyes veteranos

Los 24 trenes con más kilómetros ya han sido sometidos a tres de las denominadas grandes revisiones, que implican el desmontaje total de la unidad en cada una de las ocasiones.

La cifra

720

Es la capacidad máxima de viajeros que tienen en la actualidad los convoyes de metro compuestos por cinco coches, composición que tendrán los nuevos 37 trenes que se compren para sustituir los más veteranos, 24 de los cuales ofertan sus cuatro coches originales.