En unos meses, verá la luz la serie Superstar, una obra que estará conformada por seis capítulos y que, con la dirección de Javier Calvo y Javier Ambrossi, contará la historia de Yurena. La serie se ha rodado en diversos lugares, pero entre los puntos de rodaje no podía faltar la calle Sor Natividad Homedes de Santurtzi, el lugar en el que vivió y creció antes del estallido de la fama María del Mar Cuena Seisdedos, en primera instancia conocida como Tamara y, más tarde y hasta la actualidad, como Yurena.

Este punto de la localidad marinera asistió en las primeras horas de la tarde de ayer al rodaje de alguna escena en exteriores, mientras que el equipo de grabación y parte del elenco de esta obra –en la que la actriz Ingrid García Jonsson encarna a Yurena– grabaron alguna escena más en interiores en este punto de Santurtzi.

La calle estuvo cerrada al aparcamiento durante toda la mañana. M.A. Pardo

Todo lo relacionado con este rodaje se ha llevado con gran secretismo dado que no se realizó ningún anuncio oficial del mismo. Los vecinos de esta zona de Santurtzi situada en las inmediaciones del Instituto Kantauri y del ambulatorio de Kabiezes, vieron cómo el pasado viernes se colocaban una señales y unas cintas en las que se indicaba que gran parte de la calle Sor Natividad estaría ocupada por un rodaje durante la mañana de ayer. En concreto, entre las 06.00 y las 15.00 horas y, por la ubicación del rodaje y por saber que se está haciendo una serie sobre esta santurtziarra que fue todo un fenómeno social en los primeros años de este siglo y que llegó a ser, incluso, número 1 en ventas durante diez semanas seguidas con temas como No cambié y A por ti. Más tarde, en 2001, quien por entonces recibía el nombre artístico de Tamara, sacó su primer disco, titulado Superstar y que da también nombre a la miniserie que emitirá Netflix en unos meses.

Quienes vivían por aquel entonces en la zona de Santurtzi en la que se realizó ayer el rodaje, vieron cómo su vecina, Mari Mar, se convertía en un personaje que llenaba horas y horas de televisión en programas míticos de la televisión como Crónicas Marcianas bajo el nombre de Tamara, quien compartía andanzas y desventuras con otros personajes televisivos de la época como Paco Porras, Arlequín y Leonardo Dantés entre otros. Estos personajes también aparecerán en la serie encarnados por actores de la talla de Secun de la Rosa y Carlos Areces.

El equipo de rodaje se hizo esperar a lo largo de la jornada de ayer lunes en la calle Sor Natividad. Había pasado el mediodía cuando empezó a llegar hasta el lugar todo el equipo de logística y, por unas horas, una calle de este barrio obrero se convirtió en un estudio de rodaje. El hecho de haberse llevado el rodaje con total secreto, hacía que desde el equipo de producción no se permitiese la realización de fotos del mismo. Tal y como pudo ver este diario, en la grabación estaba la actriz protagonista de la serie Ingrid García Jonsson, quien grabó una escena en la que se recreaba cómo llegaba Tamara en pleno estallido de su fama al que ha sido y es su barrio. Ahí se pudo ver el gran trabajo del equipo de maquillaje de la serie, puesto que han logrado que la actriz hispano-sueca tenga un increíble parecido al personaje real al que encarna. Esa escena en la que la protagonista camina por la calle en la que vivió y creció Yurena –y con la que aún tiene una estrecha relación– fue parte de la grabación que se hizo en exteriores, algo que dio paso a una serie de grabaciones en localizaciones de interiores.

ROMPER CON LA RUTINA

Este rodaje también sirvió para romper con la rutina diaria de esta zona trabajadora de la localidad marinera en la que la alegría y el movimiento la ponen comercios como una carnicería, un taller y una pajarería. Precisamente, estos tres negocios estaban ya abiertos cuando María del Mar Cuena, el personaje anónimo antes de dar el salto a la fama, vivía en este punto de Santurtzi. Por ello, el lugar en el que se rodó ayer es, 25 años después, muy similar en el que creció Tamara. Sólo cambian algunos sonidos y la estética de algunas fachadas y se echa de menos a aquel loro que repitiendo la palabra Paco en repetidas ocasiones se convirtió, de alguna manera, en la banda sonora de un barrio que, ayer, un cuarto de siglo después del boom de Tamara, volvió a salir de su rutina habitual, esta vez, convirtiéndose en un escenario de cine para contar parte de la historia de la que, por el momento, es su vecina más conocida.