La Diputación admitió ayer su “preocupación” por el cierre del acceso viario a la playa de La Salvaje, en Sopela, que impedirá a las ambulancias y a los vehículos del servicio de limpieza llegar hasta el arenal. “Prestaremos esos servicios con limitaciones”, avanzó la diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, Arantza Atutxa.

La temporada arrancará sin que el acceso para vehículos de la playa de La Salvaje, en Sopela, afectado por un desprendimiento, esté abierto, una circunstancia que “preocupa” a la Diputación Foral de Bizkaia. En la presentación de ayer, Atutxa relató cómo la semana pasada representantes de la institución foral mantuvieron una reunión junto al Ayuntamiento de Sopela, la Demarcación de Costas y el Gobierno, en el que trasladaron su “preocupación” por el estado del vial, que todavía no está reparado ni abierto al paso de los vehículos de emergencias. La responsable del departamento que gestiona los 23 arenales del territorio apuntó que el hecho de que la rampa esté cerrada afecta no solo a las ambulancias, que no van a poder bajar a la playa si se produce una emergencia, sino también al operativo de limpieza, ya que sus vehículos mecanizados, como las máquinas limpiaplayas, camiones o barredoras, necesitan entran a través de él a la arena.

La institución foral planteó tanto al Ayuntamiento como a Costas, competentes en la situación del vial, si existía la posibilidad de poder utilizarlo de forma puntual durante este verano, algo que al parecer no va a ser posible. “Dado que tenemos un convenio suscrito con los 20 municipios con playa a los que damos servicio, prestaremos ese servicio de limpieza y socorrismo con las limitaciones derivadas de esa circunstancia”, advirtió.

Donde sí se han realizado mejoras ha sido en la playa de La Arena, instalando junto al aparcamiento cuatro módulos y una torreta de madera, junto a donde se ubicaba el antiguo edificio de servicios que fue derribado, que permitirá a los socorristas realizar labores de vigilancia con un módulo de curas.