En imágenes: Patrick Kipgngeno yJoyce Muthoni Njeru baten los récords del KolitzaElixane Castresana
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Ten, nine, eight, seven, six, five, four, three, two, one... Las dos veces Balmaseda coreó en inglés la cuenta atrás para poner en juego los récords masculino y femenino de la subida y bajada al Kolitza: doce kilómetros y 720 metros de desnivel acumulado. Los keniatas Patrick Kipgngeno y Joyce Muthoni Njeru se sobrepusieron al barro y la niebla en un reto organizado por la agrupación Eutsi Balmatrail y patrocinado por DEIA logrando establecer nuevos récords: 49 minutos y 07 segundos el masculino y 1 hora 00 minutos y 24 segundos el femenino.
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El registro masculino vigente hasta ayer domingo correspondía desde 2008 al italiano Marco de Gasperi. Con 50 minutos y 42 segundos, aventajó en tres minutos a Kilian Jornet. El italiano, “leyenda de nuestro deporte con varios campeonatos del mundo”, como recordaron desde la transmisión en vivo y en directo a través de Evasión TV, quiso enviar un mensaje de ánimo a los aspirantes. Calificó a su sucesor en el palmarés como “un referente mundial” y se acordó de la “bonita experiencia” que él mismo vivió gracias a “Rober y Pedro Galarza”, creador de la mítica marcha de montaña Galarleiz. En 2007 se midió a Ricardo Mejía, otra figura de renombre, que había dejado su impronta con anterioridad en el monte bocinero de Balmaseda y mandó su apoyo desde México. “Invito a los deportistas a intentarlo y animo a los organizadores que sigan adelante por el bien del trail, por el bien del deporte. ¡Que no se pierda toda esa pasión que siente Balmaseda!”, trasladó.
Tras un apasionante duelo que se resolvió tan sólo por tres segundos, Oihana Kortazar paró el crono en una hora tres minutos y tres segundos para marcar el que, entre 2022 y ayer mismo, se mantuvo como mejor registro femenino.
Referencias en la ermita
A su paso por la ermita de San Sebastián y San Roque, a 879 metros de altitud, Joyce Muthoni Njeru, la primera en salir, mejoraba el crono de su predecesora en ese mismo punto en un minuto. En cuanto tocó asfalto en el último tramo recuperó con creces los segundos que había perdido al iniciar el descenso. Cientos de personas le aplaudieron en su entrada triunfal en la plaza de San Severino. “He disfrutado sobre todo la parte final y doy las gracias a toda la gente que ha estado a lo largo del recorrido”, valoró feliz.
Casi sin tiempo para digerir el primer récord arrancó Patrick Kipgngeno. A la altura de la ermita superó a Marco de Gasperi por 29 segundos y ni siquiera una resbalón en la bajada impidió que ampliara el margen en el final hasta más de un minuto. La segunda proeza de la jornada que puso a prueba a los cámaras que acompañaron a ambos deportistas a pie y en bicicleta. “Estoy muy contento, la carrera ha sido complicada”, comentó al llegar.
Los dos recibieron sus respectivas txapelas y un aurresku, así como 500 euros y el cariño de Balmaseda en la entrega de premios en el marco incomparable de la portada de la iglesia de San Severino. Además, se atrevieron a tocar un cuerno bocinero fabricado por el carranzano Andoni Sainz que lleva grabados todos los récords anteriores del Kolitza a los que se sumaron ayer Patrick y Joyce.
La apuesta de 1960
Encabeza esa lista de honor Francisco Rodríguez, el balmasedano ya fallecido que apostó a que podría subir y bajar en menos de una hora. Lo cumplió el 8 de mayo de 1960, lo vieron su hermano Antonio y José Ignacio Larrinaga, el fisioterapeuta de la villa amigo de colegas del Athletic Club de la época que le entrenó cuidando aspectos como “la dieta y la respiración”. Ambos recordaron emocionados al “centauro de Balmaseda”. Así le bautizó la prensa.
Nuevos cronos
Masculino. Patrick Kipgngeno estableció una marca de 49 minutos y 7 segundos que mejoró la de Marco de Gasperi que databa de 2008: 50 minutos y 42 segundos.
Femenino. Joyce Muthoni Nujeru firmó 1 hora 00 minutos y 24 segundos. El registro anterior, de 2022, lo fijó Oihana Kortazar con 1 hora 03 minutos y 03 segundos.
Francisco Rodríguez
Precursor El primero en bajar de la hora
Una apuesta originó el primer intento del récord del Kolitza en 1960. El balmasedano Francisco Rodríguez prometió que bajaría de la hora y lo logró. Un “prodigio”, según su hermano y el fisioterapeuta de la villa que le entrenó que el día de la prueba rellenó con algodón las deportivas que le quedaban grandes y pidió a su madre chuleta para desayunar.