Un mes después de la puesta en marcha del centro de menores de Sopuerta, la Diputación ha realizado un balance "positivo" de su funcionamiento, pese a la "insistencia en querer crear una alarma social" en torno a sus usuarios, según ha criticado este martes la portavoz foral, Leixuri Arrizabalaga.
Preguntada tras el consejo de Gobierno foral por los incidentes que al parecer se han registrado en el servicio, y a cuya apertura se oponían los vecinos de este municipio encartado, Arrizabalaga ha señalado que la valoración que la institución foral hace del primer mes desde que se puso en marcha es "positiva". "Se trata de un lugar de preparación para la emancipación con presencia permanente de personal educativo, que además ofrece un servicio de carácter asistencial y educativo", ha destacado, "un equipo multidisciplinar excelente que trabaja para ofrecerles el mejor contexto posible".
La portavoz ha afirmado que la relación con el Ayuntamiento de Sopuerta es "fluida" pero se ha mostrado en contra de las informaciones sobre incidentes que se han dado a conocer estos días. "Cualquier información relativa a la convivencia en estos centros de menores causa un daño muy importante", ha advertido, por lo que ha abogado por "no estar constantemente poniéndolo en el foco público". Así, ha expresado la "preocupación" que existe en la Diputación "ante las consecuencias que pueden tener determinadas informaciones, en algunos casos sesgadas, en estos menores en cuanto a su identificación social y las dificultades que se pueden generar en su integración social". Por ello, ha criticado la "insistencia en querer crear una alarma social", aunque sí ha reconocido que se ha interpuesto una denuncia "por la que se ha abierto una investigación".