La residencia Otxartaga de Ortuella, que en febrero del año pasado dejó desatendidos durante toda una noche a sus 88 usuarios, tuvo que afrontar una sanción económica “muy considerable”, según confirmó ayer lunes la diputada de Acción Social, Amaia Antxustegi, en su comparecencia en las Juntas Generales.

Fue la propia dirección del centro de Ezkerraldea, propiedad de la empresa Parque General Gorbeia, el que notificó a la Diputación, mediante un correo electrónico, que el personal del turno de noche que debía trabajar la noche del 1 de febrero no acudió a su puesto de trabajo y el turno de tarde se fue sin dar el relevo. El informe final de la inspección concluyó que se habían vulnerado “numerosos preceptos” del decreto que regula la actividad en los centros residenciales, por lo que se incoó un expediente sancionador por una infracción muy grave que fue notificado a la Fiscalía y que podía conllevar una multa de hasta 600.000 euros y la prohibición de concertar plazas públicas.

Antxustegi se refirió a este caso como un ejemplo de que la Diputación está “para hacer cumplir la normativa” y reiterar que “en el momento en que no se cumple esa normativa no nos tiembla el pulso y sancionamos”. A esta residencia de Ortuella, detalló, se le ha interpuesto una sanción económica “muy considerable”, sin llegar a concretar el importe. Además, el departamento de Acción Social de la Diputación se ha reunido con la dirección del centro. “Sabemos que se han adoptado medidas a nivel interno y estamos en contacto con ellos para que este tipo de situaciones no se vuelvan a producir”, finalizó Antxustegi.