Lola Ruiz-Ibarruri Sergueyeva, nieta de La Pasionaria no pudo contener su emoción porque los participantes en la VII edición del certamen literario Dolores Ibarruri, tuvieran tan presente el legado de su abuela en la defensa de los movimientos sociales que son los que han provocado con su lucha los avances en los derechos de las personas. Lola acudió la pasada semana a la entrega de los galardones de esta VII edición en la que se recibieron 105 obras, tanto de prosa como de poesía, procedentes de todo el Estado así como firmados por numerosos escritores de países de habla hispana.

Hispanoamérica

De hecho en esta edición el primer premio en la categoría de prosa recayó en el argentino, de Tucumán, Gustavo Martínez Figueroa con su relato Caballos rojos, dotado con 150 euros. “Esa noche la playa se puso espumosa, y la marea subió como nunca antes. Las minas se inundaron. A última instancia intentamos detener el agua desde adentro, pero ya era inútil. Papá gritaba y bailaba de furia, convertido en un demente que se negaba a perderlo todo”, narra el apasionado escritor trasandino.

Igual pecunio recibió el getxotarra Ibai Otxoa Gil, con su obra Si el hierro hablara. El certamen también otorgó un accésit en la categoría de prosa en euskera a la obra Mundu berekoa de Marijoxe Azurtza Sorrondegi.