La sala de exposiciones de Kultur Leioa es hasta el próximo 9 de marzo una cumbre feminista al acoger el proyecto fotográfico Nos queremos en las cimas; montañeras, alpinistas y escaladoras pioneras 1924-2024. Techos, muy altos, de cristal que empezaron a fragmentarse con Raimunda Royo, Carmen Iza, Txitxia, Luciana Larreategi Arizaga, María Magunazelaia Loroño, Maoma... Hitos en sepia y en blanco y negro; después, en color. En analógico y con carrete, y luego en digital e instantáneos para seguir y seguir escalando hacia la igualdad. Son imágenes de fuerza y significado a cargo de la Federación Vasco Navarra de Montaña, con motivo de su centenario.

En Leioa, Carmen Estrada y Marije Martínez también fueron de aquellas primeras mujeres de altura. Continúan por allí arriba como guías en Leioa Mendi Taldea. Carmen descendía ayer hasta 1970 al observar esta exposición. “Yo, en algunas fotos, me he visto representada; en las más antiguas no, claro, pero yo he ido con falda escocesa al monte. No había ropa de montaña para mujer. También ibas con los calcetines de lana del Gorbea, que picaban…”, rememoraba. “Y la famosa grasa de caballo para darle a las botas. ¡Cómo pesaban!”, añadía Marije. En efecto, en esta retrospectiva visual se exhiben instantes como los de la guipuzcoana Julene Etxenike coronando el Naranjo de Bulnes en 1951. Tenía 18 años, iba con falda, botas de neumáticos reciclados, una cuerda de cáñamo y sin mochila, porque a las montañeras en esa época no les dejaban llevarla. Tantas cosas que no podían las mujeres... “Íbamos donde nos llevaban y contentas de que nos llevaran, porque igual había una salida en la que decían: Esta no es para vosotras. Porque era necesario rapelar, subir hasta no sé dónde… Ahora eso ni se plantea. Cuando tenemos una salida, en ningún momento se piensa en si eres hombre o mujer. Solo en si estás capacitado o no por la dificultad de la montaña y la preparación que tenga cada uno”, comentaba Carmen. Ella entró pronto en contacto con las cumbres. “Empecé ya a los 13-14 años e íbamos a la montaña para salir de aquí y poder cantar en euskera”, recordaba ayer. Marije se adentró en este mundo casi por casualidad. “Yo era de mar hasta los 30 años, cuando se me colgaron unas vacaciones y pensé: ¿Qué hago? Y me fui a Pirineos. Me enganchó, dejé el agua y me he quedado en la montaña”, aseguró.

Veinte imágenes

Ambas asistieron a la inauguración de este trabajo fotográfico que recala por primera vez en la CAV tras su estreno en Iruñea. El alcalde leioaztarra, Iban Rodríguez, también acudió y enfatizó que “las mujeres siempre han estado ahí, pero en un segundo plano”. Un desenfoque que hay que dejar atrás. “Las nuevas generaciones tienen que verse reflejadas en el espejo de estas grandísimas alpinistas, y que a día de hoy, las chicas sean lo que quieran ser”, proclamó el primer edil.

La muestra con 20 fotos es un repaso de aplauso. Desde esos años 20 en los que se produce un salto hacia adelante y comienzan a proliferar mujeres en deportes, un hecho no muy bien visto socialmente hasta entonces, ya que se consideraba que las masculinizaba. Pasando por ejemplos como los de Paquita Bretos Andueza, María Ángeles Ciganda Goñi o Mercedes Feliú, quienes persistieron en su práctica montañera para canalizar sus ansias de libertad frustradas por el nacionalcatolicismo, tras la Guerra Civil. Los años 50 y 60 son los de las grandes gestas de montañeras excepcionales que se abren camino en un mundo de hombres: Maritxu Bilbao Lapatza, Angelita Olano, Julene Etxenike... Las dos grandes pioneras, que inauguran el alpinismo femenino vasco moderno son: Maritxu Urreta Zulaika y Loli López Goñi. Los años 70 son los de las mujeres que comienzan a ascender los primeros sietemiles en el Himalaya y los Andes: Trini Cornellana o Pili Ganuza. La década de los 80 es la de las escaladoras rompetechos como Miriam García Pascual y las esquiadoras de montaña como Belén Eguzkiza. Los 90 son los estrenos de los ochomiles vascos con Amaia Arantzabal, Pili Ganuza, Yolanda Martín o Estitxu Salinas. La primera década del siglo XXI es la de las alpinistas y escaladoras desafiando límites: Edurne Pasaban y Josune Bereziartu. Y la siguiente década es la cuarta ola del alpinismo: cordadas de mujeres con Irati Anda, Uxue Loinaz y Amaia Segurola…