Natural de Leioa, Maite Arrieta es Directora de Proyecto en GES – Global Energy Services–, donde lidera la construcción de parques eólicos, y es responsable de construcción en Chile.

¿Qué decantó su elección de ser ingeniera?

La opción de poder ir paso a paso. Primero una carrera técnica de 3 años que me permitía continuar con la superior en caso de que me gustase. Y de ahí ya luego continué con la ingeniería de Caminos, Canales y Puertos. Pasé varios años en el Departamento como Proposal Manager, pero al final del día sentía que eso no conseguía llenar las ganas de tener algo más de acción. Y fue cuando se abrió la posibilidad de dirigir un proyecto en Calama, en Chile. Y aunque el cambio fuera extremo, decidí dar el salto y arriesgarme.

¿Cree que en la escuela y en casa persisten sesgos de género a la hora de que las chicas cursen estudios conducentes a trabajos feminizados, tipo salud, educación, etc.?

A día de hoy aun son las mujeres las que llevan el peso de las gestiones domésticas y de los cuidados, independientemente de que las tareas cada vez se repartan más. A lo que me refiero es que la carga mental sigue recayendo en la mujer, y eso al final del día es lo que ven los hijos. Por lo mismo, entiendo que sí influye en que las mujeres tiendan a elegir trabajos más enfocados hacia la salud, educación…

¿Se has sentido de alguna manera discriminada?

No sé si la palabra es sentirse discriminada, pero claramente se nos juzga de otra manera. Pareciera que no pudiéramos hacer las cosas mal. No sé si llego a definir la sensación, pero está ahí. Pero por mi carácter y forma de ser, si algo me chirría, suelo cortar el tema muy rápido. También, claramente la posición de mi cargo y contar con un equipo de trabajo que me respeta y me respalda me ayuda en eso. Aún hay situaciones que llegan a descolocarme.

¿Qué cambios se deben de dar para que cada vez más chicas se decanten por estudios y trabajos STEM?

No creo tener la fórmula mágica, ¡ojalá! Es necesario contar con referentes femeninos y que las que aparezcamos en esos pósters de la habitación de cualquier niña, seamos nosotras, las mujeres. Tener un espejo en el que poder mirarte y llegado el momento traspasarlo. Es importante que se dé visibilidad al trabajo que realizan las mujeres para que, nos podamos ir superando.