No hay quien no haya trasteado con herramientas de Inteligencia Artificial (IA) generativa como ChatGPT para realizar algún trabajo. Mucho menos los universitarios, que están siempre a la última de lo que ocurre en internet. Ana, Joseba y Eneko son tres jóvenes que aseguran haber utilizado esta herramienta, “y alguna otra”, para la realización del Trabajo de Fin de Grado. Sin embargo, no saben hasta qué punto está permitido en la universidad hacer uso de ellas y, por si acaso, como dos de ellos aún no han terminado la carrera, prefieren no desvelar su apellido “por miedo a posibles consecuencias”. Pero aseguran que el uso de estas herramientas es algo “cada vez más habitual”. Confiesan que antes de la irrupción de la inteligencia artificial en el ámbito académico, habían “oído hablar de las compras a través de internet de TFG completos”. “Es una opción que muchos se han planteado aunque no sé si al final lo han llevado a cabo porque nadie cuenta cómo ha hecho su trabajo después de una buena nota; no se quieren quitar méritos”, explica Ane, estudiante de Educación Infantil.

Que los TFG se venden es indudable, ya que hay decenas de páginas en internet que ofrecen este servicio, no hay más que teclear en el buscador comprar TFG. En la mayoría de las webs indican que para conocer los servicios al completo y el presupuesto, se debe mandar un mensaje a través de la página. En menos de 48 horas comienzan a llegar las respuestas. Las tarifas se expiden dependiendo de varios factores como el tipo de trabajo a realizar, la metodología, la extensión y el tiempo que disponen para realizarlo. Los precios para un TFG oscilan entre los 600 y 700 euros; sin embargo, se elevan hasta los 1.500 cuando se trata de una Ingeniería. Algunas de las páginas son más transparentes y desde el inicio muestran cuánto costaría por página. Como en los presupuestos recibidos, los trabajos más caros son los de Ingeniería, a 13 euros por página. Le siguen los de Ciencias como Física o Química con 11 euros la página; Humanidades, Comunicación Derecho y Psicología y ADE a ocho euros; y las tarifas más baratas le corresponden a los trabajos de Pedagogía y Educación, a siete euros por página.

En estas páginas indican que “muchos estudiantes no disponen del tiempo necesario para ocuparse al 100% de esta tarea, puesto que se trata de una asignatura más del currículum académico”. Además, detallan que “si a eso le sumamos las responsabilidades laborales y familiares, es muy complicado compaginarlo todo”. En estas webs también aseguran que son “trabajos originales y realizados desde cero”, “revisables” y, además, confidenciales, es decir, no piden nombres ni identificadores personales para que así los estudiantes puedan mantenerse en el anonimato. Sin embargo, aunque la opción puede resultar atractiva para los estudiantes universitarios, no siempre trae buenos resultados, ya que en las reseñas de algunas páginas indican que no siempre se logra el aprobado y que tras cobrar “se desentienden” de la nota obtenida.

Ahora, con la irrupción de la IA, a la venta de TFG y TFM por encargo les ha salido un competidor muy potente. Estas herramientas dan la opción de asistir al alumno tanto en la redacción como en la estructuración del trabajo. “Nadie nos ha explicado cómo utilizarlas pero hemos aprendido a base de trastear y la verdad es que son un gran aliado a la hora de hacer trabajos extensos, ya que tardas mucho menos tiempo”, reconoce Eneko. “Yo he utilizado mucho Quillbot, por ejemplo, cuando he encontrado un texto que me ha parecido interesante, darle una vuelta y ponerlo con otras palabras para que no sea plagio”, explica este joven universitario. Los tres confiesan que su primer contacto con una herramienta basada en la IA fue con Chat GPT. Sin embargo, esta es la que más dilemas éticos les sugiere ya que “al final le dices el tema que quieres abordar y te lo escribe, así que tú ahí no estás haciendo ningún esfuerzo y te acabas sintiendo mal”.

Estos tres jóvenes consideran que la inteligencia artificial es una “gran ayuda” a la hora de realizar trabajos aunque reconocen que no saben “explotarla”. “A mí me gustaría poder utilizar estas herramientas sin miedo porque creo que, al igual que un diccionario puede ser una gran ayuda, la IA pueden también serlo siempre que se haga de manera responsable”, indica Ana, a la vez que lanza la idea de “recibir formación sobre ello para poder realizar trabajos de calidad sin perder la cultura del esfuerzo”. Por ello, lamenta tener que acudir siempre a internet para descubrir cómo sacarle el máximo partido a todo lo nuevo.

Las claves

Razones

Desde las páginas de venta de TFG señalan que los alumnos necesitan este tipo de ayudas porque no tienen tiempo de compaginar los trabajos con el resto de asignatura y su vida familiar y social. Sobre la IA, los propios estudiantes reconocen que son herramientas con las que mejoran sus trabajos.

El precio

No hay un precio único para los TFG. Los trabajos más caros son los de Ingeniería, a 13 euros por página. Le siguen los de Ciencias como Física o Química, con 11 euros la página; Humanidades, Comunicación Derecho, Psicología y ADE, a ocho euros, y las tarifas más baratas le corresponden a los trabajos de Pedagogía y Educación, a siete euros por página.

La IA

Estas herramientas basadas en la Inteligencia Artificial dan la opción de asistir al alumno tanto en la redacción como en la estructuración del trabajo. Sin embargo, los estudiantes reconocen que no son capaces de explotarlas al máximo y sacarles el máximo rendimiento, por lo que señalan que les gustaría recibir formación sobre ello.