El queso Idiazabal bebe en su origen de los pastos más verdes de Euskadi. Esos mismos que han sido testigos durante siglos de cómo las pastoras y pastores vascos han criado sus propios rebaños de ovejas de razas autóctonas y con unas peculiares características con cuya leche cruda se elabora este apreciado y especial queso. Un producto de la tierra y toda una tradición en la mesa detrás del cual se adivina el esfuerzo de las personas que ponen su dedicación y empeño en la tarea de velar por su origen y calidad.