Cada vez está más cerca la puesta en marcha de la nueva biblioteca de Gallarta que se ubica en los bajos del edificio de apartamentos dotacionales de El Cerro toda vez que el Ayuntamiento ha iniciado el traslado de los materiales que hasta ahora se podían utilizar en la sede de la avenida del Minero. Una mudanza de miles de volúmenes de libros que dejarán huérfanas las estanterías de la actual biblioteca municipal y de los ordenadores de este servicio cultural que ha llevado al Ayuntamiento abantoarra a su cierre a partir de mañana lunes 29 de enero hasta el 26 de febrero. Durante este período, según informó el Consistorio minero “se va a habilitar el Gaztegune de Gallarta como sala de estudio en horario de 09.30 a 13.00 horas”.

A falta de conocerse la fecha de puesta en funcionamiento de la biblioteca de El Cerro, se puede destacar que esta moderna instalación ocupa la planta baja completa del nuevo edificio del parque de “las bolas” con una superficie útil total de 291,55 metros cuadrados con una planta rectangular que describe una curva para adaptarse a la vialidad que la bordea. La intervención –cuyo presupuesto de ejecución ha rondado los 396.000 euros– ha permitido acondicionar toda la planta baja, dotándola de los servicios y acabados necesarios para desempeñar las funciones de biblioteca habilitando a su vez una sala de estudio con acceso propio y posibilidad de uso independiente lo que posibilitará su uso en horarios no habituales. También se ha buscado que el programa de la biblioteca destinado a los más pequeños, susceptible de generar ambientes más ruidosos, estuviera claramente diferenciado del resto de la biblioteca.

La distribución de espacios y usos por edades casi duplica los puestos actuales. En un extremo del local se ubicará la zona de menores y adolescentes y contará con una sala de lectura infantil con 12 puestos de lectura, una novedosa sala de animación lectora y un espacio de lectura juvenil con 12 puestos. En la parte central irá el punto de información y los accesos además del espacio de lectura adulta con 12 puestos de lectura, un espacio destinado a ordenadores (2) y el archivo bibliográfico. Finalmente habrá una sala de estudio –con 26 puestos– que podrá funcionar como sala autónoma.