El bosque de Undabaso, ubicado en Ibarruri (Muxika), va poco a poco haciéndose adulto, aunque todavía esté en pañales el que en un futuro será “el mayor bosque mixto de Bizkaia”. Con todo, la Fundación Lurgaia –entidad que desde 2008 viene desarrollando el proyecto– comienza a ver los primeros resultados. Gracias a diversas herramientas –custodia del territorio, jornadas de voluntariado...–, el espacio, ubicado en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, alcanza ya las 200 hectáreas de extensión. Lo que antes dominaban las grandes plantaciones de pinos, en la actualidad se están reconvirtiendo en espacios propicios para las especies arbóreas autóctonas.

Quince han sido los años desde que el proyecto se pusiera en marcha. Y durante este tiempo se han llevado a cabo innumerables jornadas de voluntariado, ya fuera mediante algunas empresas y entidades como mediante las convocadas directamente por la Fundación Lurgaia. De hecho, tal y como relata Jon Hidalgo, voz de esta plataforma, “han sido una treintena las citas para el voluntariado que hemos llevado a cabo en Undabaso”. Y desde que comenzaran a trabajar en la zona boscosa de Ibarruri, “habremos alcanzado más de un centenar de jornadas”, agregaba. Ello supone haber llevado a miles personas –ya fueran de las inmediaciones o de lugares más lejanos a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai– a un entorno natural del que, pala en mano, han podido sacar lecciones provechosas.

Poco a poco, y tirando de ejemplares autóctonos, “podemos decir que se van viendo algunos resultados”, incide. No en vano, “en algunos lugares ya se vislumbra la sucesión ecológica” del bosque; es decir, se nota cómo evoluciona. “Es una cosa muy llamativa advertir cómo según el arbolado va creciendo, a su sombra ya no deja crecer el zarzal o los helechos”, afirma Hidalgo. “En todo caso, aún restaría tiempo para que el bosque se haga mayor”, asevera. “Todavía le harían falta unos diez años para que se haga realmente mayor”, diagnostica. Será entonces cuando Undabaso muestre un aspecto natural y exuberante y el incremento en especies vegetales y fauna sea patente. “Nosotros no veremos el fruto de nuestro trabajo en su plenitud, pero se lo legaremos a las generaciones futuras. Ellas serán quienes disfrutarán de este bosque”, ahonda.

Herramienta eficaz

Bajo la fórmula de la custodia del territorio –una herramienta de gestión del territorio que busca conservar la biodiversidad , el patrimonio cultural y el paisaje–, y enlazando dos actores principales –propietarios de los terrenos que ceden esos suelos a entidades conservacionistas–, son estas últimas las que se hacen cargo de su gestión. Lurgaia ha experimentado durante los últimos años un boom en cuanto a este modelo, que arribó a Bizkaia (y más concretamente a las localidades de Kortezubi y Busturia en 2004). Tanto, que el colectivo ha logrado traspasar las fronteras de Urdaibai y de Bizkaia para dar el salto a otras ubicaciones más lejanas. Y de cara al futuro, las expectativas son aún más halagüeñas.

Voluntariado

Última plantación del año. Lurgaia cerrará el año con una nueva jornada de plantación en Undabaso. Será el 30 de diciembre a partir de las 09.30 horas. La ‘quedada’ será en el aparcamiento de la casa rural Astei de Ibarruri (Muxika). El objetivo, plantar “avellanos, olmos de montaña, cerezos y otras especies” en la zona, “junto al arroyo Otsozirtiaga. Para tomar parte tan solo es necesario inscribirse a través de la redes sociales de Lurgaia.