La magia que siempre esparce el espectáculo de Olentzero en Plentzia tendrá esta vez un brillo más fuerte. “¡Es de los años en los que más gente participa!”, proclama feliz Eider Billalabeitia, la joven que ha asumido las riendas de la organización para suceder a Mercedes Etxegarai, que lo hacía desde 2015. Mucha nueva energía, por lo tanto, y joven, además, para esta representación envuelta en mitología que emociona bajo el cielo cada 24 de diciembre. Como es habitual, la kalejira empezará a las 18.45 horas desde el puente y la función, a las 19.00 horas en la plaza de la iglesia.
Estos instantes de cuenta atrás son de “muchos nervios”, como admite Eider, sobre todo, para ella al ser el primer año al frente de los preparativos. “Estamos intentando tener todo al día para que no haya sorpresas al final”, comenta. Pero ella conoce bien los entresijos de este espectáculo, pues lleva años formando parte de su alma. “No participo desde pequeña porque antes nos íbamos fuera, pero sí llevo ya muchos años y organizando con Mercedes también”, señala. Su implicación, como lo fue la de su antecesora, rompe con los estereotipos de la juventud, al demostrar compromiso y acción con una iniciativa cultural, identitaria y muy relevante para la villa. Al igual que sucede con los “chavales” que este año se han animado también a involucrarse en este evento creativo que adorna la Navidad plentziarra desde hace unos 45 años. “Estoy muy contenta e ilusionada con que se haya apuntado gente joven”, reconoce Eider. Así que la representación superará el centenar de integrantes en una de sus ediciones más concurridas. “El año pasado tuvimos que estar mendigando para algunos personajes y éste tenemos un grupo grande”, explica Eider. Ahora hierven los ensayos. “A principios de noviembre empezamos con los individuales y ahora ya estamos con los generales todos los domingos en la plaza de la Iglesia”, apunta Eider.
El núcleo de la historia y de los bailes será el mismo, pero sí se han introducido algunos cambios. “Hemos dejado que los niños hagan volar su imaginación y han creado dos bailes. A ver qué tal salen…”, avanza la directora de orquesta. Son las huellas que cada año van actualizando un montaje de aires inmortales que mezcla historia con mitología vasca: lamias, gentiles, Anbotoko Mari, galtzagorris... Y, claro, Olentzero. Un mundo ancestral en la que sumergirse guiado por una narración en euskera.