Mantiene una relación cordial con la oposición y, pese a gobernar con holgura gracias al pacto con el PSE, afirma que su voluntad será ampliar esas mayorías. “Mi empeño va a estar ahí, es lo que la ciudadanía nos exige”, considera.
Vuelve a depender de un pacto con el PSE para gobernar. ¿Es difícil perder una parte de poder cuando se está al frente de una institución pública?
Yo no lo veo de esta forma y así lo he dicho de forma privada en varios consejos de gobierno. Es un solo gobierno con unos objetivos claramente fijados en un único programa de mandato y todos los que formamos parte de él vamos a contribuir al cumplimiento de esos proyectos.
Estarán, supongo, preparando los presupuestos para el próximo año. Doy por hecho, al estar subiendo la recaudación, que serán expansivos pero, ¿por dónde irán las líneas estratégicas?
A día de hoy no tiene mala pinta, va bien; el próximo miércoles tenemos la reunión del Consejo Vasco de Finanzas, estamos cerrando datos y, una vez que tengamos esa cifra, daremos el pistoletazo de salida a la preparación de las cuentas de 2024. A día de hoy, prefiero ser cauta y no aventurarme.
“La voluntad de este gobierno va a ser ampliar las mayorías más allá de los partidos que lo sustentan y le dan apoyo”
¿Se conformarán con el apoyo de sus socios de gobierno o buscarán algún acuerdo más?
Lo dije en la investidura y lo he repetido también al comparecer ante las Juntas Generales: vamos a intentar, con independencia de las distintas posiciones políticas de los grupos, alcanzar acuerdos en materia presupuestaria. Es importante que analicemos medida a medida, las diferentes partidas, ir a lo concreto. La voluntad de este gobierno va a ser ampliar las mayorías más allá de los de los partidos que lo sustentan y le dan apoyo.
También se ha visto esa mano tendida por parte de la oposición en este inicio del curso político. ¿Confía en que sean palabras de verdad o lo ve como un gesto simbólico?
Los partidos vamos a tener posicionamientos políticos distintos pero si realmente tenemos un objetivo común, que es dar respuesta a lo que la sociedad vizcaina demanda, podemos alcanzar muchísimos más acuerdos de los que, a priori, pueda parecer. Mi empeño va a estar ahí, es lo que la ciudadanía nos exige.
¿Está al tanto de las críticas que se le realizan desde los partidos de la oposición?
Estoy centrada en llevar a cabo nuestro proyecto. Pero siempre escucho las críticas y me quedo con aquellas que entiendo que sirven para mejorar.
¿Le molestan o las tiene asumidas como parte del juego político?
Asumo que las habrá pero la gente, más allá de la crítica, espera que demos respuesta a lo que le preocupa: que los servicios públicos funcionen bien, que si un familiar lo necesita sea atendido, que el metro circule con normalidad… Es a lo que nos debemos y todos nos tenemos que centrar en eso; nosotros, porque estamos en el Gobierno, pero la oposición también. La crítica tiene que ser constructiva porque la ciudadanía nos va a evaluar a todos en esa responsabilidad.
¿Tiene una relación cordial con los portavoces de la oposición?
Sí.
¿Qué lectura hace, o hizo en su momento, de los resultados de las elecciones forales del 28 de mayo?
Estamos dentro de esa horquilla que ha tenido el PNV en otras citas electorales. No tenemos que perder la perspectiva de que en el año 2019 los datos fueron buenísimos. Ahora ha habido una abstención acusada; desde luego, nuestra respuesta a la ciudadanía va a ser seguir trabajando.
¿Le decepcionaron los resultados? Algunas encuestas hablaban de que iba a lograr casi una mayoría absoluta.
Tenemos una representación de 23 de 51 junteros; yo no lo veo como un mal resultado. Y a ella hay que sumar los apoderados del PSE. Tenemos un apoyo mayoritario al proyecto por parte de la ciudadanía.
¿No considera entonces, como se dice, que se ha abierto un nuevo ciclo político?
Estamos centrados en cumplir los compromisos que hemos adquirido con la sociedad. La ciudadanía verá lo que hacemos y volverá a evaluar dentro de cuatro años si hemos cumplido con lo que hemos dicho o no.