La conciencia ecológica de la ciudadanía de Meatzaldea así como su preocupación por defender la memoria patrimonial de la comarca tiene cada vez más adeptos que no dudan en emplear parte de su tiempo libre en desarrollar actividades conservacionistas y rehabilitadoras que aportan beneficios ambientales y culturales a quienes los realizan y a la sociedad en general. Es el caso de asociaciones como los Usuarios de los Montes de Triano, Burdin Herria, la asociación de vecinos de Larreineta o el Centro de divulgación histórica Trueba que mañana, armados de desbrozadoras, azadas, palas, rastrillos y carretillas liberarán de maleza algunas edificaciones del entorno del antiguo edificio de oficinas de la desaparecida compañía minera La Magdalena y Urallaga, en el barrio El Saúco de Galdames.

“Hoy [por ayer] hemos estado con el guarda forestal para fijar las zonas donde vamos a actuar y el lugar donde tendremos que depositar todos los materiales que extraigamos en la limpieza de manera que no generen ningún riesgo para el monte y sus usuarios”, señalaba José Antonio Quintana, uno de los organizadores de esta actividad en la que confían contar con más de 30 voluntarios y voluntarias de la zona minera. El punto de reunión será la Ekoetxea de Peñas Negras,

Barracón

Esta labor de limpieza, que tendrá nuevas fases en el futuro pretende alertar sobre la desaparición de los vestigios mineros en el Biotopo de los Montes de Triano. Paralelamente, la asociación Plural Anitzak de Ortuella, un colectivo ciudadano y cultural, empieza mañana la nueva temporada con la campaña de Voluntariado Ambiental 2023-2024 en la que llevarán a cabo la construcción de un muro seco formado por rocas irregulares en el Parque de la biodiversidad del Barracón. En este murete, explican en su blog, “en el invierno plantaremos las especies botánicas propias de este hábitat”.

Uno de los objetivos del proyecto del Parque del Barracón es crear un espacio verde rico en biodiversidad. Antaño eran habituales estos muros formados por piedras irregulares que separaban huertas, propiedades, etc. Su desaparición conlleva también una disminución de la biodiversidad. En los intersticios crecen especies botánicas propias de estos hábitats y también alojan diferentes especies de animales.