Hasta cuatro solicitudes para construir parques eólicos en Enkarterri han saltado a la palestra en un año. Primero, el que afectaría a Artzentales, Sopuerta, Galdames y Muskiz con ocho aerogeneradores entre Alén y Mello. Con un informe desfavorable de la Diputación, que el proyecto se materialice dependerá del Gobierno vasco. El segundo, con seis molinos, iba a tocar Gordexola, Güeñes y Zalla afectando de lleno al monte Ilso. La misma empresa promotora, Euskal Haizie, renunció a seguir adelante aduciendo falta de capacidad de la subestación eléctrica de La Jara. Y el 27 de julio se publicaba en el Boletín Oficial de Bizkaia la petición de autorización administrativa previa por parte de la empresa Blue Viking Barbara S.L. para dos instalaciones eólicas en Balmaseda con un total de once aerogeneradores. La noticia ha suscitado preocupación institucional y ciudadana por el futuro de parajes como el emblemático Kolitza, que acoge este año el día de los Montes Bocineros.

Cinco molinos se levantarían en la alineación entre el Kolitza y la Garbea y otros seis en Peña Levante, con una potencia de 36 y 49,8 megawatios respectivamente. El equipo de gobierno de la CLI y Bildu al frente de la villa entre 2019 y 2023 anunció la presentación de alegaciones al Plan Territorial Sectorial de Energías renovables en elaboración desde Lakua “en defensa de nuestro patrimonio natural y paisajístico”. El actual, compuesto por PNV y PSE se posiciona “rotundamente en contra de la ubicación propuesta de los parques eólicos en Balmaseda” y ha enviado 17 objeciones basadas en “la incompatibilidad respecto al planeamiento municipal y territorial parcial con respecto a figuras de protección ambiental (entornos singulares y sobresalientes y la protección de la avifauna, entre otros), u otras actividades (vulnerabilidad de acuíferos y captaciones de abastecimiento de agua, montes de utilidad pública, rutas de montaña, caminos públicos y áreas de esparcimiento)”. Además, incluye “un anexo en el que la Diputación dice que no cabe duda de que la implantación de centrales de producción de energía eólica puede repercutir de forma directa en las especies necrófagas y finaliza afirmando que Balmaseda debe ser un municipio donde no se deben desarrollar centrales eólicas según el Decreto Foral 83/2015”.

El Consistorio pone de relieve que se abra un proceso competitivo “en el que puedan participar otras empresas interesadas sin haberse aprobado aún el Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables y mientras deben responderse las alegaciones enviadas”.