Con honrosas excepciones, el pequeño comercio de Bizkaia está perdiendo su tradición familiar: menos del 30% de los locales del territorio se han heredado de padres a hijos, cuando hace apenas una década alcanzaban casi la mitad. Los nuevos emprendedores y las grandes cadenas han ocupado ese espacio, en un sector en el que en la mayoría de negocios trabajan una o dos personas, tiene una antigüedad media de 23 años y está fuertemente feminizado. Entre sus retos de futuro, alquileres cada vez más altos -prácticamente se han duplicado en los últimos años-, los nuevos hábitos de compra y un relevo generacional que llama insistentemente a su puerta: un tercio de los comerciantes se jubilarán en la próxima década.
Son algunas de las conclusiones que se extraen del Barómetro del Comercio de Euskadi 2022 que este miércoles han presentado el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, y la directora de Comercio, Elena Moreno. "Se trata de un comercio formado esencialmente por micropymes, experimentado y con una gran feminización", ha destacado el responsable del departamento. Entre sus grandes retos, ha hecho hincapié en los cambios en los hábitos de consumo y el envejecimiento de la población. "Vamos a seguir trabajando y colaborando con ellos en el proceso de digitilización, que ha subido cinco puntos en un año hasta alcanzar el 20% de los comercios con venta on line".
Hace algo más de una década, en 2011, el 47,9% del pequeño comercio de Bizkaia eran establecimientos de tradición familiar, heredados de padres a hijos; hoy en día, ese porcentaje apenas alcanza el 29%. Su espacio lo han ocupado los nuevos emprendedores -representan casi la mitad de los establecimientos- y las cadenas o grupos empresariales. ¿La buena noticia? Hay comercios que se cierran, sí pero también muchos que se abren. La renovación del sector es elevada: el 16% de los comercios se han abierto en los últimos cinco años, que permite la incorporación de nuevos trabajadores y nuevas iniciativas emprendedoras.
Esta radiografía del comercio local habla de negocios con una antigüedad muy alta, con una media de 23 años, donde todavía casi la mitad de los establecimientos tiene más de 20 años, algunos menos (un 39,7%) en Bilbao. Respecto a su tamaño, atienden a sus clientes en un espacio tipo de 135 metros cuadrados, con importantes diferencias por sectores: los comercios dedicados al hogar son los más grandes, con hasta 169 metros cuadrados de media, mientras que los que se centran en la salud y la belleza apenas alcanzan los 65. "Y si hablamos de alimentación, por ejemplo, no es lo mismo un comercio especializado como una carnicería o una pescadería, que un gran hipermercado", ha apuntado Moreno.
Son comercios muy pequeños: la inmensa mayoría, hasta un 72%, solo cuentan con uno o dos trabajadores. Con una media de 3,6 empleados por negocio, son los establecimientos dedicados a la alimentación los más grandes pero solo en el caso de los supermercados: en ellos la media son casi 13 trabajadores, pero en una carnicería o pescadería la media vuelve a caer a algo más de dos.
Más locales en alquiler
La cosas están cambiando, y mucho, en el sector del comercio minorista: desde lo más básico, la generalización de los locales en alquiler, hasta aspectos como la digitalización o los nuevos hábitos de consumo. Menos de la mitad de los comerciantes es propietario de su establecimiento, una práctica que antiguamente estaba muy generalizada, a medida que el arrendamiento avanza a pasos agigantados, pasando de un 43% en 2011 a un 57% el año pasado. "Las iniciativas de los autónomos iban acompañadas de una inversión es un local en propiedad y se transmitía en el marco de la familia; eso ha cambiado de forma radical", ha advertido la directora de Comercio.
Con esta situación, los precios de los alquileres se han disparado, duplicándose en apenas una década aunque se han moderado ligeramente en el último año: si en 2011 se pagaban 7,6 euros por metro cuadrado, en 2021 se alcanzaron los 14, que quedaron en 12,1 en 2022. Con todo, Bizkaia tiene los arrendamientos más baratos de todo Euskadi, con una media de 2.178 euros al mes. ¿La capital más cara? Efectivamente: en Donostia se pagan hasta 3.039 euros por local, frente a los 2.307 de Bilbao.