Una veintena de jóvenes vizcainos, guipuzcoanos y de distintas partes del Estado (Burgos, Barcelona, Valencia, Madrid, Palencia, Cantabria, Zaragoza y La Rioja) se encuentran estos días trabajando en la recuperación de los caleros de interés histórico y etnográfico de Erandio. Se trata de una de las actividades que están llevando a cabo en el campo de voluntariado-auzolandegia, promovido por el Gobierno vasco y el Ayuntamiento.

Estos chicos y chicas están restaurando tanto el horno de cal de Akarlanda como los dos de la subida al monte Karabezu. El blog Historias de Erandio hizo alusión en un artículo del pasado mes de marzo al calero de Karabezu y, entre otras cuestiones, recogía lo siguiente: “En 1879 se hizo una petición para construir un calero en la falda del monte, con el que poder hacer cal, a partir de la roca caliza que se extraía de la cantera, y del fuego que surgía al quemar argoma y leña. La zona tenía los dos elementos para conseguir la cal: la piedra caliza y el combustible. Los artesanos hacían la cal a partir de tratar a la piedra caliza térmicamente. Era algo habitual que los caleros se construyeran cerca de las zonas donde hubiera caliza. El de Karabezu fue construido aprovechando el desnivel existente; hoy en día apenas queda parte de lo que fue la cavidad, de unos tres metros de alto y tres metros de diámetro, además de restos de arcilla roja en las paredes, que se cocía con el calor y servía de aislante, así como algunas rocas calizas de alrededor; varias, puestas recientemente en forma de muro, en lo que fue la salida del calero”.

Así que la labor de este auzolandegia servirá para mejorar el estado de conservación de esta pieza que habla del pasado de la localidad. Pero, además, los jóvenes también están inmersos en la limpieza, restauración y nominalización de diferentes fuentes y manantiales y en la señalización de los senderos vinculados al nacimiento de los arroyos Azkaiturri y Uredarre. Y es que este campus se denomina Recuperación del patrimonio histórico y natural del entorno rural de Erandio. Empezó el pasado 30 de junio y terminará el próximo día 14.

Al finalizar el trabajo a pie de campo, se divulgarán las acciones realizadas y se concienciará a la ciudadanía sobre la importancia del correcto mantenimiento del patrimonio natural. Este programa también pretende fomentar entre la juventud valores de convivencia, tolerancia, solidaridad y participación. Normalmente, durante las mañanas se realizan las labores temáticas del campo de voluntariado y las tardes y fines de semana se dedican a planes complementarios. El equipo de animación diseña actividades que posibiliten la relación entre todas las personas participantes y la comunidad. También se efectúan actividades lúdicas, culturales y deportivas. Todo ello, desde la base de operaciones situada en el colegio Ignacio Aldekoa.

El verano pasado, el auzolandegia con doce jóvenes, sirvió entre otros aspectos, para la limpieza y puesta en valor de la Torre Martiartu y la búsqueda de información en archivos forales.

Los datos

Las tareas. El proyecto plantea la recuperación de los caleros de Akarlanda y Karabezu, además de la limpieza, restauración y nominalización de diferentes fuentes y manantiales y la señalización de los senderos vinculados al nacimiento de los arroyos Azkaiturri y Uredarre.

Más objetivos. El programa de auzolandegiak, que impulsa el Gobierno vasco, también pretende fomentar valores de convivencia, tolerancia, solidaridad y participación.