En la comarca de Arratia, formada por los municipios de Lemoa, Igorre, Dima, Zeanuri, Artea, Bedia, Arantzazu, Ubide y Areatza, ha habido un empate técnico entre PNV y EH Bildu en el reparto del poder municipal con cuatro ayuntamientos para cada una de las formaciones. La excepción vuelve a estar, una vez más, en el pueblo de Ubide donde el gobierno, y la totalidad de sus 5 concejales, queda en manos de la lista independiente UHK, Ubideko Herri Kandidatura.

El equilibrio de fuerzas entre jeltzales e izquierda abertzale es histórico en el valle aunque las últimas elecciones municipales han traído consigo la alternancia en el color político de algunos relevantes consistorios. Así ha sido en Lemoa, donde tras 16 años de liderazgo de EH Bildu, la candidatura de PNV encabezada por Olatz Urkiza fue la lista más votada obteniendo 6 concejales frente a los 5 de su rival. Ayer se convirtió en la primera mujer alcaldesa de la localidad, un cargo y una makila que recibió con “ilusión y muchas ganas”. Tras su investidura, agradeció la confianza depositada en ella y su equipo por la población de Igorre que apoyó su candidatura y a su familia por el apoyo prestado en todo este tiempo. Para Olatz y el gobierno municipal jeltzale “ahora empieza una nueva etapa llena de proyectos para un pueblo que necesitaba de cambios y recuperar la ilusión”.

Alberto Intxaurraga repite como primer edil de Artea. PNV

El cambio llegó también ayer a Lemoa. Después de 12 años de gobierno de Saioa Elejabarrieta, de EH Bildu, la mayoría queda en manos del PNV con 7 concejales y Esther Iturrioz al frente del Consistorio. Sus más de 150 ideas e iniciativas del programa electoral parecen haber calado entre sus convecinos a quienes promete “compromiso y responsabilidad” junto a un equipo humano “solvente y heterogéneo”. Los jeltzales, además, siguen manteniendo la hegemonía en Artea y Bedia, con las reelecciones de Alberto Intxaurraga y Aitor Sorriketa, respectivamente.

En el otro lado de la moneda están Zeanuri y Dima que, desde ayer, pasan a manos de la izquierda abertzale que también gobernará, los próximos 4 años, los ayuntamientos de Arantzazu y Areatza. En muchos de estos casos, se trata de pequeñas poblaciones donde es difícil romper la tendencia y un puñado de votos decantan la balanza hacia un lado o hacia el otro.