Es una postal fechada en 1916 que reza Bilbao. Vista general de Las Arenas. Supongo que los getxotarras de pro no les hará mucha gracia hoy el ninguneo de su municipio pero en aquella época esta zona costera estaba siendo tomada por muchas familias adineradas bilbainas que buscaban áreas más tranquilas que la bulliciosa capital y los beneficios de los baños de mar tomados en balnearios. Una imagen distinta a la actual donde apenas perviven unos bloques aunque se ha mantenido la traza urbana de calles como Paulino Mendivil, avenida Las Arenas o la calle Mayor.

La iglesia de Las Mercedes mantiene idéntica ubicación pero no el mismo edificio ya que el actual no fue inaugurado hasta septiembre de 1944. Su predecesor es el que destaca en la instantánea, incluso sin haberse culminado arquitectónicamente. Su construcción data de 1887 pero no fue hasta 1924 cuando el edificio creció a lo ancho y a lo alto. Destacaba la gran torre del reloj que se elevaba como un mirador curioso sobre todo Las Arenas y de la que solo quedan referencias en viejas instantáneas. Todo el templo fue arrasado en 1937 en un incendio provocado por un grupo de anarquistas que, tras cruzar la ría, huían de los facciosos dinamitando el Puente Colgante, un hotel cercano y quemando más de una treintena de casas del entorno.

Los espacios abiertos en manzanas hoy ocupadas marcan también la fotografía. Ante el templo de Las Mercedes, el solar que hoy acoge la Escuela de Música Andrés Isasi, fue donde se levantó la conocida Casa Social de Las Arenas por gracia y dinero de varios vecinos católicos del barrio. Inaugurada a inicios de los años 30 del siglo pasado este centro recreativo marcó la vida de miles de vecinos por la oferta lúdica que presentó durante décadas. Sobre todo aquel gran salón que podía albergar hasta medio millar de espectadores de obras de teatro y mágicas proyecciones de cine. Incluso durante ocho años este espacio fue lugar de culto entre el incendio del viejo templo y la inauguración del actual.

Otro solar a referenciar es el ubicado entre las actuales calles Mayor, Amistad, Barria y Paulino Mendivil sobre todo por la sonrisa que causa observar los colgadores de ropa blanca que se entremezclan entre los frondosos árboles. Un poco más arriba se encuentra el amplio patio de las primitivas escuelas públicas del barrio que impartieron sus primeras clases en 1903 caracterizadas por los arcos de su planta baja.

Todos ellas parcelas libres, hoy ocupadas, junto a otras que mantienen su historia en forma de edificios en altura. Ejemplos supervivientes son el bloque residencial esquinero entre las calles Amistad y Mayor, el número 6 de esta última calle, renovado hace unos cuatro años, y las contiguas fincas 8 y 13. Unas viviendas que con el paso del tiempo vieron cómo se ensanchó su calle perdiendo casi todos los árboles que se yerguen en la foto.

Pero el edificio perenne que más destaca es la conocida por los veteranos como La Casa Grande. Ubicada en el número 8 de la calle Las Mercedes su gran portalón de acceso ha sido seña de identidad de una residencia que mandó construir para su familia un potentado oriundo de Mutriku, Antonio Domingo de Usobiaga, que cuando compró el terreno, el primer año del siglo XX, tenía todavía condición de arenoso. Los historiadores locales no coinciden en la fecha en la que entró a vivir la familia en la primera década del siglo ni qué arquitecto firmó los planos de esta joya de estilo francés. Sí está documentado que Luis Elizalde diseñó en 1901 el Palacio Bake Eder, que sobresale a la izquierda del frondoso bosque sito en la parte superior derecha de la foto. Un precioso edificio de estilo Old English con una historia trufada de reformas y vicisitudes, incendio incluido que lo arrasó hace cuatro décadas, pero que fue recuperado íntegramente por la Diputación para albergar la actual sede de BiscayTIK, la sociedad foral de nuevas tecnologías. Una combinación de pasado, presente y futuro que siempre ha tenido como referencia el mar y la playa como atractivo de fortunas y familias de postín.

Virado a sepia

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