Vestidas de morado y saliendo a la calle para alzar la voz sobre las desigualdades que todavía a día de hoy siguen pesando sobre las mujeres, el 8 de marzo se ha hecho un hueco marcado en rojo en el calendario. Este Día de la Mujer ha ganado en carácter reivindicativo, más allá de una jornada meramente festiva, en la que todavía queda mucho por exigir. Tres mujeres y un hombre comparten con DEIA sus reflexiones en torno a este día.

"No es una fiesta, es una día de reivindicación"

Vecina de Bedia, Jasone Montalban reconoce que no festeja de ninguna manera especial esta jornada. "Ni siquiera me pongo nada morado; casualidad que el pañuelo que llevo hoy lleva algo de ese color pero no ha sido a propósito", explica. Y no porque considere que no haya nada que celebrar; de hecho, cree que hoy más que nunca las calles se tienen que llenar de gritos feministas en una jornada como esta. "Es un día que se tiene que seguir celebrando para dar visibilidad a todas las injusticias a las que se enfrentan las mujeres, tanto en el trabajo como en la justicia, los maltratos... Un montón de desventajas que sufrimos", defiende.

Por ello, opina que como mujer "no tengo nada que celebrar" un día como el 8 de marzo, que debería servir para sacar a la luz esas situaciones de desigualdad que todavía pesan sobre nosotras. "Es un día importante para que todo ese tipo de cosas se puedan ver. No la veo como una celebración de fiesta, sino como reivindicación. Por eso no lo celebro", afirma.

"Es un día muy importante e intento involucrarme"

Maren Iturburu se ha vestido hoy con un jersey morado y una corbata del mismo color. Al frente del bar Iturriza, de la Plaza Nueva, para él es un día "muy importante y por eso intento involucrarme en lo que puedo". Predica con el ejemplo; en su propio negocio, cuadra los horarios de sus trabajadoras de forma que puedan acudir a las manifestaciones que se convocan durante la jornada de hoy. Sigue habiendo motivos para ello, "a día de hoy de una forma reivindicativa y espero que, en el de mañana, de celebración por lo que se habrá conseguido".

Echando la vista atrás, reconoce que la situación de la mujer ha cambiado mucho pero el camino que falta por recorrer todavía es largo. "Se ha conseguido mucho; hay gente que dice que no pero creo que la situación ha cambiado muchísimo pero todavía hay muchas cosas que hay que mejorar", reflexiona. "La conciencia, en general, no está muy clara. Yo tengo un hijo de 14 años, ha trabajado mucho el tema, tanto en casa como en el colegio, pero veo que en su entorno no se tiene muy claro la igualdad todavía. Sin hablar de los asesinatos machistas. Esa parte cultural que está intrínseca en la sociedad creo que todavía hay que trabajar mucho".

"Debemos luchar por las que vienen"

Paula Ortiz celebra este día en su vertiente personal, como mujer, "acudiendo a las manifestaciones", y laboral, como profesora, "haciéndoles ver a mis alumnos la importancia del 8 de marzo y haciendo cosas especiales". Vestida con un jersey morado, "quería lucirlo un día como hoy, aunque tengo que admitir que es mi favorito", admite que en los últimos años se han producido "avances" hacia la igualdad entre hombres y mujeres, eso sí, totalmente insuficientes. "Han sido muy poquitos; al igual que lucharon nuestras anteriores, tenemos que seguir haciéndolo por las siguientes. En mi caso, por mis futuras alumnas, para que se encuentren un mundo mejor", confía.

"Hay que defenderlo todos los días"

Se dirigía junto a su amiga Nuria Moragues a la manifestación convocada por el movimiento estudiantil en Bilbao. No todos los años ha podido unirse a estos actos reivindicativos, "porque tenía clase o tenía que ir a trabajar", pero en esta ocasión no ha querido perder la oportunidad. Eso sí, defiende que el trabajo se debe llevar a cabo día a día, sin reducirlo únicamente a una fecha en el calendario. "La igualdad es algo que se tiene que reivindicar todos los días; es importante que haya un día destacado pero lo que se haga el resto del año es igual, si no más importante", subraya. Cree que hay razones más que suficientes para ello: "violencia, desigualdades en cuanto a trabajos... Ha habido avances pero hay muchos ámbitos en los que no conseguimos una igualdad justa".