El pleno ordinario del mes de febrero en Getxo estuvo marcado ayer jueves por las discrepancias entre el equipo de gobierno y la oposición en relación al derribo de la nagusien etxea de Romo y la actuación de la Ertzaintza.

La sesión se vio interrumpida, en varias ocasiones, por unas 60 personas que son contrarias a la demolición, que finalmente fueron desalojadas del salón de plenos por la Policía Local, tras proferir insultos contra los mandatarios locales. Estos vecinos se oponen al derribo del edificio, iniciado el pasado lunes, una vez de que el Ayuntamiento pusiera a disposición de la Diputación el inmueble, fruto de un convenio entre ambas instituciones a fin de construir un centro intergeneracional. EH Bildu y Elkarrekin Podemos presentaron una moción en el pleno, que fue rechazada, para denunciar la intervención policial durante las acciones de protesta ante la entrada de las excavadoras en la nagusien etxea, ya que la consideran desproporcionada. El equipo de gobierno calificó de “inaceptable que se impida de forma coactiva realizar unas obras en nuestro municipio”. Son “estas personas, con este comportamiento coactivo, las responsables de los incidentes, desobedeciendo las órdenes legitimas de la policía, órdenes necesarias para garantizar la integridad física de los trabajadores y la circulación en la zona”, apuntaron. Asimismo, los dirigentes recordaron a ambos partidos que si perciben que mediante estas acciones se ha conculcado algún derecho pueden denunciar los hechos ante los órganos competentes, no ante el pleno, que no lo es.

Ante la orden de desalojo de las personas que se encontraban en el salón, EH Bildu abandonó también el hemiciclo, y Elkarrekin Podemos retiró las dos mociones que presentaba en solitario por no estar presente en la sala la representación de las dos asociaciones que las motivaban. También abandonó el lugar en el turno de ruegos y preguntas del público.